Bolsa, mercados y cotizaciones
Precios crudo cierran a la baja pero con encarecimiento semanal
Viena, 5 ago (EFECOM).- La amenaza de un huracán, que al final no se produjo, la ola de calor en el hemisferio norte, aliviada asimismo en los últimos días, y las tensiones geopolíticas en Oriente Medio provocaron una nueva subida de los precios del petróleo esta semana, aunque concluyeron con un retroceso.
Al igual que al final de la semana pasada, ayer los precios del crudo en los mercados de Londres y Nueva York terminaron a la baja ante datos que apuntan a una desaceleración económica en EUUU que podría repercutir en una retracción del consumo de combustibles.
El crudo Brent, el de referencia para Europa, terminó la sesión del viernes en el Intercontinental Petroleum Futures a 76,13 dólares por barril, restando 43 centavos al valor del jueves, mientras que el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, bajó 70 centavos hasta concluir a 74,76 dólares/barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).
Sin embargo, pese a este moderado retroceso, en toda la semana el crudo se ha apuntado un nuevo encarecimiento, pues si se compara con los precios de hace una semana, resulta que el barril del Brent subió más de 3 dólares y el del WTI cerca de 1,5 dólares.
Así las cosas, han acortado la distancia que los separa de sus máximos históricos nominales alcanzados a mediados de julio, cuando ambos superaron los 78 dólares por barril tras el estallido de la violencia entre el Líbano e Israel.
Pero fue el barril de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), compuesto por once calidades de crudo -una por cada país miembro- el que esta semana más se ha acercado a su récord de 71,71 dólares, alcanzado el 14 de julio, pues subió el miércoles pasado hasta los 71,20 dólares.
Según informó el viernes el secretariado de la organización en Viena, el crudo de la OPEP el jueves sólo se moderó 12 centavos, hasta los 71,08 dólares, acumulando una subida semanal de 2 dólares.
La semana se inició el lunes con fuertes subidas debido a la ola de calor que azotó América del Norte y Europa, con el consiguiente aumento del uso del aire acondicionado y por ende, de la demanda de gas natural.
El incremento se produjo en unos mercados ya nerviosos por la incertidumbre que genera la crisis entre Israel y el Líbano, pues la falta de perspectivas de paz mantiene fuerte el temor a que el conflicto se extienda a otros países de Oriente Medio, la región que más petróleo produce en el mundo.
Asimismo, influyó al alza la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que establece un ultimátum para que Irán abandone definitivamente el enriquecimiento de uranio antes de fines de agosto y abre las puertas a que dicho Consejo castigue a Teherán con sanciones económicas si no cumple con lo requerido.
Puesto que Irán, cuarto productor del mundo y segundo de la OPEP, sigue insistiendo en su derecho a enriquecer uranio, actividad legal porque sirve tanto para fines pacíficos como militares, los mercados seguirán atentos a este conflicto, ya que las eventuales sanciones podrían afectar negativamente los suministros iraníes.
Mientras se mantiene el compás de espera hasta fines de agosto en este conflicto y la violencia entre Israel y el Líbano, aunque va en aumento, no involucra directamente a países exportadores de crudo en la región, otros factores, como los climáticos y los datos económicos determinan el movimiento de los precios.
Así, además de las altas temperaturas, las cotizaciones subieron también con la formación de la tercera tormenta tropical de la temporada del Atlántico Norte, "Chris", pues se convirtió en la primera en amenazar la industria petrolera del Golfo de México.
Tras marcar fuertes subidas, los precios bajaron cuando "Chris" se debilitó y no se convirtió en huracán sino en depresión tropical.
El debilitamiento de "Chris" y el descenso generalizado de las temperaturas en Europa y Estados Unidos hacia fines de la semana han aliviado la presión sobre los precios, pero el hecho de que a pesar de ello superan el nivel con el que cerraron la semana anterior revela que los factores alcistas siguen siendo muy fuertes.
Queda por ver no obstante hasta dónde tienen que llegar los precios para que ellos mismos frenen el crecimiento de la demanda y provoquen su propia caída.
Ayer, el Gobierno de EEUU sorprendió negativamente con la información de que el desempleo se elevó en julio al 4,8 por ciento desde el 4,6 por ciento en junio, cifra superior a las previsiones que es interpretada como un indicador de que la economía se desacelera, lo que bien podría afectar los ingresos y el consumo en EEUU, el de mayor demanda en el mundo. EFECOM
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