Bolsa, mercados y cotizaciones

Arranca la semana del posible default en EEUU con el Ibex 35 como líder de Europa



    Con el enfrentamiento entre demócratas y republicanos aún vigente y sin acuerdo sobre el techo de gasto, EEUU sigue siendo un foco de preocupación para los inversores, que se sienten más cómodos en la renta variable europea. En este contexto, el índice de referencia español comienza esta semana en los 9.668,5 puntos, lo que suponen niveles de julio de 2011, tras sumar cinco semanas al alza.

    Después de dos semanas consolidando posiciones de forma lateral las bolsas europeas han conseguido dar continuidad al proceso alcista que definen a lo largo de los últimos meses. De forma general los índices del Viejo Continente consiguieron marcar a cierre del pasado viernes nuevos máximos del año, lo que refuerza las connotaciones alcistas de lo que fue una gran semana para la renta variable europea.

    Sin embargo, todavía queda tela por cortar para poder favorecer un escenario alcista que podría ser contundente para las bolsas.

    El Ibex 35, con el avance del 2,63% de la semana anterior ya suma una revalorización del 18,4% desde enero, y se sitúa como el índice más alcista del ejercicio en el Viejo Continente.

    En la agenda macro sigue mandando el curso de las negociaciones en Washington. Este fin de semana han continuado las negociaciones entre demócratas y republicanos y, si bien varios legisladores estadounidenses expresaron optimismo ayer sobre las posibilidades de que se alcance un acuerdo que evite una posible suspensión de pagos, los esfuerzos para hacerlo son lentos y podrían extenderse hasta último momento.

    El Departamento del Tesoro de EEUU ha prevenido de que el próximo día 17 de octubre, es decir, este jueves, el país norteamericano no podrá cumplir con sus compromisos financieros si no se alcanza un acuerdo para desbloquear el Presupuesto Federal.

    Por ahora, parece que tanto republicanos como demócratas en el Senado y también en la Cámara de Representantes, coinciden en que el techo de la deuda debe ser elevado para que el Gobierno vuelva a abrir sus oficinas, pero continúan sin determinarse los términos que implicaría un pacto de estas características.