Bolsa, mercados y cotizaciones
El riesgo de la estrategia del Tesoro: emitir más a corto para exprimir el 'efecto BCE'
- El Gobierno busca reducir la enorme carga de intereses que soporta
- Incrementa la vulnerabilidad de España a los vaivenes de los mercados
El Tesoro español está incrementando con fuerza las ventas de deuda a corto plazo con el objetivo de lograr el máximo ahorro posible del buen comportamiento de los mercados europeos. El problema es que esta estrategia puede incrementar la vulnerabilidad de España a intereses más altos. El Tesoro coloca 4.560 millones a 6 y 12 meses a mayor rentabilidad.
Según los datos oficiales recogidos por Bloomberg, la duración media del papel gubernamental fue de 6,24 años en agosto, la más baja en al menos una década, y la deuda con vencimiento a menos de 18 meses se disparó un 9,2% en los primeros siete meses del año.
Así, el año que viene España tendrá que refinanciar al menos 122.000 millones de euros y financiar un déficit estimado de unos 59.000 millones de euros.
Esta estrategia viene en parte impuesta por la necesidad de reducir el pago de intereses y controlar así el déficit presupuestario, tal y como exigen los socios europeos de España. A corto plazo, los inversores aceptan menores intereses, pero se crea una mayor dependencia de su voluntad para seguir comprando deuda española.
Vulnerabilidad y riesgos de financiación
"España se ha beneficio de la caída de los intereses vendiendo deuda a corto plazo, pero ahora es más vulnerable a una retirada de la liquidez del BCE o a un resurgimiento de la crisis", explicó Michael Michaelides, estratega de RBS, a Bloomberg.
Esta mejoría se ha visto por ejemplo en las letras a 1 año, que han visto como la rentabilidad exigida caía tres cuartas partes desde que Mario Draghi, presidente del BCE, prometiera hacer lo que fuera necesario por el euro el pasado julio de 2012. Sin embargo, el rendimiento de los bonos a 5 años, por ejemplo, ha caído un 50%, por lo que el ahorro con ese horizonte temporal es menor.
De momento, en los siete primeros meses del año España ha pagado 21.900 millones de euros en intereses, prácticamente la misma cantidad que en el conjunto de 2011.
"El fuerte riesgo de refinanciación crea mucha volatilidad potencial para los inversores", añadió Frederic Preter, estratega de Scotiabank. "A medida que la crisis amaine, el Tesoro podría intentar abandonar este patrón y emitir papel a más largo plazo.
Este problema todavía se agrava más si se descuentan los 40.000 millones del rescate bancario europeo. Si se excluyen los 12,5 años firmados en el crédito con el MEDE, la duración media de la deuda española se reduce a 5,9 años, según los datos de Bloomberg.
La deuda pública española se ha más que duplicado desde 2008, cuando el crash inmobiliario provocó una crisis económica que ya va por su sexto año. En lo que va de año, la deuda ya ha alcanzado el 96,2% del PIB, por encima del 91,4% previsto por el Gobierno para el conjunto del año.
El FMI espera que este ratio llegue hasta el 110% para 2018 y no cree que el Gobierno cumpla con su objetivo de déficit en 2013, fijado en el 6,5%, hasta el año 2016. De momento, ayer se conoció que ya ha llegado al 5,27% del PIB hasta julio.
"El Gobierno no debería contar con que el actual sentimiento benigno por parte del mercado vaya a continuar indefinidamente", concluyó Georg Grodzki, de Legal & General Investment Management. "Sería prudente comenzar a alargar los vencimientos de deuda ahora".