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Economía/Empresas.- Inditex prescindió de 339 proveedores en 2005 por incumplir la normativa laboral
Podría romper relaciones con más talleres, ya que 412 están pendientes de una segunda auditoría
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Inditex prescindió de un total de 339 talleres entre sus proveedores a lo largo del ejercicio 2005, tras detectar incumplimientos de la normativa laboral, como el uso de mano de obra infantil, la falta de prevención de riesgos o casos de discriminación, según datos de la memoria anual del grupo.
Concretamente, la empresa que preside Amancio Ortega canceló 170 contratos de fabricación con talleres en la UE tras realizar los exámenes del cumplimiento del código de conducta, 13 con proveedores de países europeos pero que no integran la UE, 120 en Asia, 22 en el Norte de Africa y 14 en América.
Proporcionalmente, la disminución de proveedores se concentró en Asia (26%), seguida del Norte de Africa (25%), de América (23%), la UE (18%), y la Europa extracomunitaria (9%). Del total de 1.350 talleres a los que Inditex encarga la confección de prendas en la actualidad, el 59% está en Europa, el 33% en Asia, el 4% en América y otro 4% en el Norte de Africa.
No obstante, el número de rescisiones de contrato podría aumentar en los próximos meses, ya que de los 1.347 talleres que todavía trabajan con el departamento de compras del grupo un total de 412 están pendientes de una segunda auditoría este año, después de que la primera, realizada seis meses antes, detectara incumplimientos.
En la carta que abre la memoria anual, Ortega resalta que el pasado ejercicio fiscal (1 de febrero de 2005 a 31 de enero de 2006) se realizaron 1.000 auditorías a talleres en todo el mundo "para garantizar unas adecuadas condiciones de trabajo para sus empleados, lo que ha conducido a un descenso en el número de proveedores".
El holding con sede en Arteixo quiere concentrar sus pedidos en aquellos fabricantes "que alcanzan niveles óptimos del cumplimiento del código de conducta", un conjunto de normas aprobadas en 2001 que recogen la legislación laboral de cada país y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
182 PLANES CORRECTIVOS.
Tras ser objeto de auditorías que detectaron incumplimientos del código de conducta en el primer análisis, 182 proveedores aplicaron planes de acción correctivos para no perder a la multinacional gallega como cliente.
El principal incumplimiento detectado en la red de proveedores es la falta de formación entre los trabajadores, que afecta a más del 60% de los talleres auditados en el Norte de África, a entre el 30% y el 59% de los asentados en América y Europa, y a entre el 10% y el 29% de los proveedores asiáticos.
Las otras principales infracciones tienen que ver con la falta de políticas medioambientales y con la seguridad de los trabajadores, sobre todo, por la ausencia de salidas de emergencia en las fábricas y de equipos de protección.
ABUSOS Y TRABAJO INFANTIL.
Asimismo, en el norte de África y Asia está el mayor porcentaje de proveedores que acumulan infracciones por pagar salarios por debajo del mínimo legal. En cuanto a abusos, discriminación y trabajo infantil, en todas las áreas geográficas en las que Inditex tiene subcontratada parte de su producción, menos del 10% de las auditorías han detectado quebrantamientos.
En su última junta general de accionistas celebrada el pasado 18 de julio, el consejero delegado de Inditex, Pablo Isla, anunció que el grupo mejorará el sistema de auditorías y de reforzar el departamento de Responsabilidad Social Corporativa para evitar los incumplimientos de las subcontratas.
Concretamente, Inditex pondrá más énfasis en el control de acceso a proveedores para evitar casos de trabajo a domicilio irregular como el de Portugal y también acercará los delegados de Responsabilidad Social Corporativa a los diferentes centros de producción.
Después de que un semanario luso denunciara el pasado mes de mayo que niños de entre diez y catorce años de la localidad lusa de Felgueiras cosían zapatos de su marca insignia Zara, Inditex abrió una investigación en la que no halló indicios de explotación infantil en sus proveedores en Portugal, pero apuntó a la existencia de trabajo a domicilio irregular.