Bolsa, mercados y cotizaciones

Los inversores se refugian en deuda alemana y no en la estadounidense



    Es un hecho. Parece que los inversores confían cada vez en menor medida en el bono estadounidense a 10 años como activo en el que refugiarse en caso de incertidumbre o inseguridad. Y, sin ir más lejos, se puede encontrar un claro ejemplo de ello en el rendimiento que éste ha ofrecido a lo largo de la última semana.

    Desde el lunes las tensiones en torno a una posible actuación internacional en Siria ante la escalada de la tensión en el país de Oriente Próximo ha provocado una reacción a la baja en los mercados de renta variable de uno y otro lado del Atlántico.

    Los selectivos de referencia de ambas zonas geográficas han acumulado pérdidas que han sido superiores al 1,5% en los índices de Estados Unidos y cercanas al 2,5% en algunos casos del Viejo Continente.

    Ante este hecho, algunos de los activos considerados como refugio han registrado una positiva evolución. El precio de la onza de oro, por ejemplo, ha sumado un avance desde el lunes superior al 1,75%, mientras que el de la plata se ha visto elevado una proporción similar. Alzas que se suman a las registradas a lo largo de la pasada semana.

    "El hecho de que el oro y la plata terminasen la semana pasada al alza indica que el inicio de las restricciones de la Reserva Federal (Fed) ya se ha estimado en gran medida en los precios de los metales preciosos" afirmaban esta semana desde ETF Securities. Sin embargo, en este espacio de tiempo (desde el lunes) los inversores no han acudido al abrigo de los treasury bonds. Por lo menos, no lo han hecho como se esperaba.

    Desde el lunes el precio del bono a diez años de Estados Unidos apenas ha registrado un avance del 0,4%, es decir, las compras no han sido tan elevadas como se podría esperar en un momento de tal incertidumbre. No en vano, la reducción que ha registrado la rentabilidad ofrecida por ellos ha rondado los dos puntos porcentuales.

    Y este tibio comportamiento se ve acentuado si se tiene en cuenta el comportamiento que han registrado en el mismo lapso, su homologo alemán, el bund. Desde comienzo de semana, el rendimiento que ha registrado el papel germano ha caído en cerca de un 4 % (duplica la caída de la rentabilidad sufrida por el T-Note) a raíz de un aumento en el precio de dicho activo superior al 0,7% -una cifra que también es casi 2 veces más elevada a la registrada en EEUU-.

    En el horizonte de los inversores parece seguir viéndose reflejado el cada vez más cercano fin de los estímulos por parte del banco central de EEUU, así como la cercanía -sobre todo durante la pasada semana- de los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años a sus máximos en los últimos dos ejercicios a raíz de los positivos datos macroeconómicos y de empleo publicados recientemente.

    Y es que no hay que olvidar que durante la semana pasada los rendimientos ofrecidos por el bono estadounidense a diez años consiguieron tocar el 2,893%, un nivel no visto desde el mes de agosto de 2011.

    Tendencia bajista

    Después del "sensible paso atrás" que registró el precio del T-Note estadounidense en la sesión del martes y que prácticamente sirvió para que se dejara "todo lo avanzado en la jornada previa (la del miércoles)", Joan Cabrero, analista de Ágora A.F. para Ecotrader afirma sobre este activo que "la tendencia que vive su precio es en estos momentos bajista".

    Además, según el mismo experto "por ahora no hay visos de que esta tendencia vaya a cambiar en el corto plazo, ya que se encuentra aún lejos de su soporte, fijado en la zona de los 123,75/ 124 dólares y que podría provocar un cambio de tendencia".