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Los precios en EE.UU. suben en julio por tercer mes consecutivo



    Washington, 15 ago (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos subió un 0,2 % en julio, lo que marca el tercer mes consecutivo de unas alzas que están en línea con los objetivos de la Reserva Federal.

    El aumento de los precios se moderó en julio frente al 0,5% de junio, pero marca el tercer mes consecutivo de alzas y en los últimos doce meses la inflación ha sido del 2%, objetivo marcado por la Reserva Federal, que vigila muy de cerca este indicador ante el temor que la política monetaria expansiva los acerque a la deflación.

    Los datos del Departamento de Trabajo muestran que el índice de precios subyacente, que excluye alimentos y energía por su volatilidad, avanzó un 0,2% frente a junio y un 1,7% en los últimos doce meses.

    En términos generales, la subida de los precios en julio estuvo motivada por las alzas de la vivienda, la gasolina, las prendas de vestir y los alimentos, después de dos meses deflacionarios en marzo y abril, con un -0,2 y un -0,4%, respectivamente.

    En julio, los precios de la gasolina aumentaron un 1%, frente a la subida del 6,3% de junio, al tiempo que los de los alimentos avanzaron una décima, ligeramente por debajo del mes anterior.

    Los precios de productos textiles aumentaron un 0,6% en julio, por debajo del 0,9% de junio, mientras que la vivienda se aprecio un 0,2%, al mismo nivel que en junio.

    Los precios de la sanidad, el tabaco y los vehículos también subieron en julio, mientras que bajaron en mobiliario del hogar, tarifas aéreas y vehículos de segunda mano.

    En los últimos doce meses hasta julio el índice de precios subyacente aumentó un 1,7%, frente al 1,6% de los doce meses hasta junio.

    Los precios de los servicios de transporte subieron un 3% en el último año, mientras que los de vehículos nuevos avanzaron un 1,2%.

    A lo largo del último año, los precios de la energía han subido un 4,7% en Estados Unidos, el mayor aumento registrado desde el acumulado hasta febrero, mientras que los precios de los alimentos avanzaron un 1,4%, al mismo nivel de mayo y junio.

    La Reserva Federal mantiene su política de tipos de interés cercanos a cero y las medidas monetarias expansivas con un programa de adquisiciones de 85.000 millones de dólares en títulos hipotecarios y bonos del Tesoro para reactivar la recuperación.

    Pese a que este estímulo ha contribuido a una mejora económica, ha elevado los temores de la presión a la baja sobre los precios, por lo que el banco emisor ha reiterado que vigila muy de cerca la evolución de la inflación.

    La política monetaria altamente expansiva supone un riesgo a largo plazo sobre la evolución del IPC, que puede caer en la deflación y poner en peligro una recuperación que han empezado a favorecer los sectores inmobiliario y manufacturero y a empujar progresivamente a la baja la tasa de desempleo.

    Según el Departamento de Trabajo, en julio pasado y tras cuatro años de concluida la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, el índice de desempleo de Estados Unidos continuó retrocediendo hasta el 7,4%, todavía a un nivel excesivo para las autoridades estadounidense.

    Los datos de julio están en línea con las expectativas de los analistas, que consideran el dato positivo, ya que pese a no suponer una diferencia significativa señala que el dato no está debilitándose de una manera alarmante.

    El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, alertó el mes pasado de que una baja inflación puede lastrar fuertemente la inversión de las empresas y el consumo privado y llevar a Estados Unidos al estancamiento.