Las bolsas emergentes se convierten en la mecha que enciende a los bajistas

Hace pocas semanas que algunos de los principales índices mundiales tocaban máximos anuales y la alegría desbordaba los parqués de todo el mundo. Una efusividad que en las últimas sesiones se está convirtiendo en una preocupación tras ver como los principales índices mundiales se ponen en negativo.

Y es que los inversores han decidido cerrar posiciones tanto en renta fija como en bolsa ante el temor de que la desaparición paulatina de liquidez de los bancos centrales deje sin oxígeno a los parqués, siendo las plazas de los países emergentes las que más pueden sufrir esta situación.

Las bolsas de los países emergentes -particularmente los BRIC, Brasil, Rusia, India y China- no viven su mejor momento. Sus índices caen de media un 16 por ciento desde que lograron su techo más alto en el año. Una cifra que puede ir a más. "Están lanzando patrones bajistas que advierten de nuevos retrocesos que podrían llevar a la renta variable emergente a ceder un 10% más", indica Joan Cabrero, analista de Ágora A. F.

El contagio de los BRIC

Pero las bolsas emergentes no son las únicas que sufren un deterioro en las últimas sesiones. Los parqués europeos y estadounidenses tampoco pasan por su mejor momento desde que alcanzarón sus máximos anuales hace tan sólo unas semanas. Eso sí, parece que los números rojos en las plazas de ambos lados del Atlántico pueden deberse a una simple corrección. Es más, tal y como explica Joan Cabrero, "el EuroStoxx 600 sólo ha corregido, aunque eso sí de forma severa, dos tercios de la corrección que debería llevar a cabo".

El Ibex 35 tampoco consigue librarse de las cifras negativas en el ejercicio. Acumula unas pérdidas del 1,17 por ciento, que se incrementan hasta un 7,5 por ciento desde que logró sus máximos anuales el 25 de enero, en los 8.824 puntos. Aún así, el selectivo español se mantiene lejos del soporte -se queda a un 3,6 por ciento-, que fijan los expertos de Ecotrader en los 7.700 puntos, niveles que corresponden con los mínimos del ejercicio, cuando el índice marcó los 7.789 puntos el pasado 8 de abril.

Wall Street sigue la misma línea. Los principales índices ceden entre el 2 y el 3 por ciento desde sus máximos del ejercicio. Pero si en algo se diferencian es que consiguen librarse de los descensos en su variación anual. Sin embargo nadie está a salvo, "la tendencia bajista de los BRIC podría hacer peligrar un posible rebote de Estados Unidos y Europa", explica Joan Cabrero.

Las caídas ¿una oportunidad?

Desde que marcase máximos anuales el pasado 22 de mayo, el principal índice japonés ha perdido más de un 20 por ciento, un retroceso que no empaña en absoluto la subida del 20 por ciento que acumula el Nikkei desde que comenzó el ejercicio.

Eso sí, las acciones japonesas han vivido en estas dos últimas semanas su mayor nivel de volatilidad desde el terremoto de 2011. Estos movimientos bien podrían encajar dentro de "una más que previsible corrección del índice japonés tras la subida vertical con la que alcanzó, el pasado mes de mayo, los 16.000 puntos y desde la que podría ceder hasta los 12.000", según indica el experto de Ágora A. F.

Asimismo, también añade que "ni siquiera ha corregido la mitad de esa subida y mientras no pierda los 12.000 puntos todo entraría dentro de una fase correctiva normal tras los máximos vividos a finales del pasado mes de mayo".

De momento, habrá que esperar al cierre crucial de esta semana, "sobre todo por los datos macro de este viernes (la producción industrial estadounidense para el mes de mayo, la balanza comercial del primer trimestre así como la confianza de la Universidad de Michigan) que servirán para que el mercado se haga una idea de qué dirá Bernanke en la reunión de la Fed del próximo miércoles", explica Miguel Ángel Paz, director de la Unidad de Gestión de Unicorp.