Bolsa, mercados y cotizaciones
El yuan, listo para destronar al dólar en 2015
Entre las muchas reformas que necesita ejecutar para dar el paso definitivo hacia el desarrollo, China necesita realizar una reforma en el tipo de cambio de su moneda para garantizar su ritmo de crecimiento; una de las principales medidas que puede tomar su banco central este año es incrementar del 1 al 3 por ciento la banda de cotización contra otras divisas en 2013.
Ha sido la sorpresa negativa del mes: la vuelta del temor de un hard landing (aterrizaje brusco del crecimiento tras años con tasas de doble dígito) en China. Llegó después de que se publicasen los datos sobre el PIB para el primer trimestre del año: la estadística oficial fue del 7,7 por ciento, mientras que el consenso esperaba un 8 por ciento. También decepcionó el dato de producción industrial en marzo, del 8,9 por ciento frente al 9,9 por ciento de febrero (el dato más bajo desde agosto de 2012). Para redondear la jugada, el 16 de abril la agencia Moody?s recortó la perspectiva del rating de China -Aa3- desde "positiva" hasta "estable".
Y mientras el mundo occidental se llevaba las manos a la cabeza con estos datos, hay otro indicador chino que está batiendo récords y goza de buenas perspectivas: la cotización del yuan o renminbi. Después de que el Banco Popular de China doblase el año pasado la banda de cotización hasta el 1 por ciento -tanto en el lado positivo como en el negativo, en su tasa diaria-, la divisa ha subido como la espuma, hasta alcanzar máximos de 20 años contra el dólar; el último máximo data del pasado 9 de mayo, cuando llegó a intercambiarse a 6,3895 dólares.
El gigante asiático cuenta en estos momentos con el caldo de cultivo perfecto para poder liberalizar su divisa, "la ventana de oportunidad más abierta que nunca", según HSBC, al conjugarse los siguientes elementos: una cuenta corriente equilibrada, una tasa de cambio más flexible y la rápida expansión del renminbi fuera de China.
En un principio, la estimación de los expertos es que el cambio flotante del renminbi termine de liberalizarse a cinco años vista, aunque según el diario China Daily -que se hace eco de una fuente cercana al banco central chino- el proceso se podría acelerar, "como el siguiente paso en la reforma de tipos de cambio de China". Sin embargo, para alcanzar este objetivo primero será necesario implementar las reformas pendientes dentro del país. Los expertos de HSBC resumen así qué pasos debe dar el gigante asiático para alcanzar la convertibilidad: "China necesita desarrollar mercados de capital domésticos accesibles, profundos y amplios", y para ello primero debe evolucionar su mercado de renta fija -"todavía muy subdesarrollado en comparación con la renta variable", opinan desde el banco- y desarrollar un marco institucional y regulatorio más fuerte para "mejorar la eficiencia del mercado y controlar los riesgos financieros".
También hace referencias a la necesidad de cambios estructurales Qi Sun, economista de AXA IM especializado en China y Asia emergente, primero matiza que "la idea de la así llamada cotización libre del yuan se refiere a un tipo de cambio flotante". Qi pone varios condicionantes a que el Banco Popular de China logre su objetivo: "La flotación del yuan necesita al menos dos reformas importantes: permitir bandas de cotización diarias más amplias y una mayor transparencia en la fijación oficial (tipo de paridad central cada mañana)". En segundo lugar, el experto de AXA afirma que la "reforma financiera o, más en general, la reforma económica, podría verse ralentizada por los riesgos externos", señalando, principalmente, al entorno recesivo de la eurozona como lastre para las reformas que quieren implementar la autoridad monetaria china. "Una reforma agresiva en los tipos de cambio dañaría al sector exportador por lo que, en su lugar, se produciría un proceso progresivo. Una vez que, en el futuro, se consiga un yuan flotante, podría corregirse el desequilibro externo", concluye Qi Sun, que señala, en línea con el China Daily, que un posible movimiento sería incrementar las bandas de cotización del 1 al 3 por ciento en 2013.
Un proceso imparable y necesario
La reforma cambiaria en China no es ninguna tontería, más bien un deber: "China necesita reducir los controles de capital y hacer su divisa convertible para sostener su crecimiento económico", mantienen los expertos de HSBC. En su informe The rise of the redback II el equipo de analistas del banco británico compuesto por Qu Hongbin, Sun Junwei, Paul Mackel y Wang Ju desgranan algunos datos sobre la importancia de liberalizar el yuan; para HSBC, 2018 será "el punto de referencia para hacer del renminbi una divisa verdaderamente global y, finalmente, una divisa de reserva alternativa al dólar estadounidense".
Los logros conseguidos hasta ahora en la flexibilización del yuan, tras crear hace tres años una versión offshore -para operar en el extranjero- del mismo, son impresionantes: mueve un volumen de 143.000 millones de dólares, al ser utilizada como moneda de cambio por más de 10.000 instituciones financieras; de esta forma, la proporción de importaciones y exportaciones denominadas en renminbi en los últimos tres años se ha sextuplicado hasta rozar el 12 por ciento. Además, esta versión de la moneda se ha vuelto tan popular que su liquidez se ha incrementado dos veces y media entre 2010 y 2012 y sigue creciendo con fuerza. De hecho, aunque Hong Kong acapare la mayoría de transacciones en yuanes -el 79,6 por ciento-, desde julio de 2012, Londres representa el 4 por ciento de los pagos globables en renmimbis offshore.Por otra parte, el camino andado hasta ahora para flexibilizar la moneda ha permitido que los flujos procedentes de intercambios comerciales entre el continente y otros países emergentes se hayan incrementado más del 60 por ciento "y, probablemente, crezcan mucho más rápido que los flujos entre China y el mundo desarrollado", explican desde HSBC, que pronostican que en 2015 un tercio del comercio chino estará denominado en renmimbis. "Gracias al alza del renminbi, el sistema financiero mundial también está empezando a ser radicalmente reestructurado", explica el equipo de analistas de HSBC, opinión que complementa David Gaud, gestor de renta variable asiática en Edmond de Rothschild AM: "La demanda de activos financieros chinos aumentaría, dado que los países importadores necesitarían reservas de yuan, para conseguirlas, los bancos centrales necesitarían deshacer sus inversiones en activos americanos y en bonos del Tesoro americano".
Según Gaud, este movimiento contribuiría "significativamente a la estructuración del mercado de capitales chino y reduciría el coste de capital". El otro punto a favor de la convertibilidad total para el gestor de Edmond de Rothschild es que ésta "abriría las puertas del mercado de capitales doméstico a todos los inversores extranjeros e impulsaría una entrada de la China doméstica en todos los índices y carteras globales".
6,3895%
En 2013, el renminbi se ha apreciado un 1,34 por ciento batiendo máximos contra el dólar desde 1993; sube un 7,35 por ciento desde 2011. "El yuan sigue estando infravalorado y la desregulación del tipo de cambio lo fortalecerá más", estima desde AXA IM el experto en China Qi Sun. "El yuan se apreciará otro 2 por ciento frente al dólar en 2013, convirtiéndose en una de las divisas con un mayor ritmo de apreciación constante en el mundo", apuntan desde Edmond de Rothschild AM.
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