Bolsa, mercados y cotizaciones

Los dividendos 'conducen' al triple de rentabilidad que la renta fija

  • Con la bajada del Ibex 35, la rentabilidad por dividendo supera el 6%
  • BME, Telefónica, Red Eléctrica y Enagás ofrecen los pagos más elevados
  • Cada vez es más difícil encontrar intereses atractivos en emisiones de deuda


El interés de las retribuciones del Ibex 35 ronda el 6% en un momento en el que los rendimientos de la deuda están bajando sin que ello se traslade por completo a la bolsa.

La crisis ha puesto en boca de todos términos como la prima de riesgo. Hoy en día es inevitable relacionar este concepto con la incertidumbre que genera un país en los mercados. Pero su significado abarca más allá del interés que se exige a la deuda pública de países como España frente a Alemania. La prima de riesgo es en realidad la rentabilidad adicional que proporciona cualquier activo para compensar que acarrea más inseguridad que otra inversión.

La renta variable, por ejemplo, ofrece tradicionalmente más rendimiento que la renta fija por el hecho de que se presupone más riesgo. El mayor motor que brinda la bolsa la convierte hoy en un mejor vehículo para encontrar oportunidades, ya que se está ampliando la brecha entre la rentabilidad de los dividendos de las compañías del Ibex 35 y la que puede conseguir el inversor tanto en la deuda pública como en la privada. "En estos momentos, con la bajada del Ibex, la rentabilidad por dividendo supera el 6%, lo que hace que comience a ser una oportunidad entrar en la renta variable española", apunta Miguel Paz, director de gestión de Unicorp.

El motivo de que en muchos casos los dividendos españoles tripliquen la rentabilidad que dan los cupones en la renta fija es la fuerte y continua relajación que se está produciendo en la deuda, sin que esta mejora se refleje totalmente en la bolsa española. "En la situación actual, en España es normal que la caída de la rentabilidad de los bonos no se traslade plenamente a la bolsa por las dudas que existen todavía sobre cuándo empezaremos a crecer", explica Nicolás López, analista de M&G.

El motor de un 600...

Hace menos de un año, subirse al carro de la renta fija conducía a altas rentabilidades. El bono español a diez años cotizaba a un interés superior al 7% y el rendimiento del papel a dos años rondaba el 6,6%; el Tesoro Público español pagaba hasta un 4 y un 5 por ciento por colocar letras a 12 meses; y en la deuda corporativa podían cazarse rendimientos atractivos.

Pero hoy en día se podría decir que la renta fija es prácticamente como ir en un Seat 600. Pese a su gran popularidad en España en los años 60, el Seiscientos apenas llegaba a superar los 100 kilómetros por hora con sus 21 CV y en estos momentos también es difícil alcanzar velocidad con la deuda soberana. Para el inversor es casi imposible tener rendimientos superiores al 1,5% acudiendo a subastas del Tesoro a un año, o comprar bonos a 10 años a más del 4,7% en el mercado secundario -en el que se negocian los títulos después de ser emitidos-.

El freno en el riesgo país también está permitiendo a las empresas españolas financiarse más barato, es decir, pagar cupones más bajos por su deuda. Al mismo tiempo, la rentabilidad que al final puede obtener un inversor comprando estos bonos privados en el secundario está reduciéndose. Y es que las compras de deuda están elevando los precios y cuando éstos suben, se reduce la rentabilidad. Esto es bueno para quien tiene los títulos en su cartera, pero en cambio reduce el atractivo para el inversor que quisiera subirse ahora al carro de estas emisiones.

"La puesta en marcha de medidas de competitividad deberá suponer menores costes de financiación para el Estado", señala Pedro Sastre, responsable de estrategia de banca privada de Banca March. "En cuanto a los bonos corporativos, su buen comportamiento se prolonga, por lo que efectivamente cada vez es más difícil encontrar emisiones que ofrezcan rentabilidades atractivas", afirma el experto.

De hecho, aunque este año se han lanzado bonos corporativos al 3,25% a tres años, como los que colocaron CaixaBank y BBVA, en el secundario hay que irse a vencimientos de más de 5 años para rascar rendimientos superiores al 3 por ciento.

...frente al de un Hispano Suiza

En este nuevo escenario, la rentabilidad que brindan los dividendos brilla como un auténtico Hispano Suiza, el emblemático coche que se fabricó en España hasta los años 40, hoy pieza de coleccionista. A pesar de ser modelos más antiguos que el Seiscientos, algunos llegaron a ofrecer 75 CV y alcanzar velocidades de hasta 180 kilómetros por hora. Hoy sigue esta estela la rentabilidad por dividendo del Ibex y quince empresas del índice conducen a más del 5%. "Pese a la crisis muchas compañías han sido capaces de mantener la retribución y las que lo han recortado siguen ofreciendo rentabilidades interesantes, al menos cubriendo (y en muchos casos batiendo) la inflación", considera Pedro Sastre.

Entre los grandes dividendos españoles que sobreviven a los recortes y que han permanecido ajenos a la fórmula del pago en acciones (scrip dividend) siguen brillando los de empresas como BME, Red Eléctrica o Enagás. Durante los últimos años la gestora de la bolsa española ha mantenido intacta la cuantía de 1,6 euros por acción con la que remunera a sus accionistas, además de premiarles con pagos especiales de 0,372 euros. Este año habrá más, una forma indirecta de retribuir: BME pretende disminuir el capital social en 19,2 millones de euros, lo que supone bajar el valor nominal de cada acción en 0,23 euros. La rentabilidad conjunta de todos los pagos sería del 10,7%.

Tanto Red Eléctrica como Enagás no han dejado de elevar el dividendo en los últimos tres años y está previsto que continúe esta tendencia. La primera ofrece un 6,4% de interés, mientras que en el secundario con los bonos más atractivos de Red Eléctrica el inversor solo puede obtener sobre un 2% en vencimientos a tres años y en torno a un 3% a siete años. El dividendo de Enagás brinda un 6,2% y la deuda más interesante de la compañía ofrece menos de un 3,5% a cuatro años.

Incluso algunas de las compañías que sí han recortado la retribución siguen ofreciendo una rentabilidad muy por encima de la que un inversor pueda obtener en renta fija. Es el caso de Telefónica, que a partir de noviembre volverá a repartir dividendo con alrededor de un 7% de rentabilidad. Para encontrar rendimientos del 5% en bonos de la teleco en el secundario hay que irse a vencimientos de seis años.

Menos seguridad

Las comparaciones dejan claramente la rentabilidad por dividendo a un nivel mucho más alto que la de la renta fija, pero algunos expertos insisten en que al final el inversor está comprando con una prima de riesgo que hoy está muy ligada a la inseguridad de que las compañías españolas puedan abonar estos pagos.

"El dividendo es una expectativa de reparto de beneficios, mientras que el cupón en renta fija es obligatorio. Y es un momento en el que los dividendos son muy difíciles de estimar", opina David Navarro, gestor de renta variable de Inversis. "La rentabilidad por dividendo esperada para el Ibex 35 es del 6%, pero es esperada", subraya. Desde la firma de inversión se mantienen positivos en renta variable española, aunque el gestor explica que es más por la caída de la prima de riesgo y no por la vía dividendo.

Por su parte, Félix González, socio y director general de Capitalia Familiar EAFI, comparte que "hay compañías que dan altos dividendos, pero no hay seguridad de que los vayan a pagar", si se tiene en cuenta que "las perspectivas de generación de beneficio para las empresas españolas están afectadas por las malas previsiones para España" y que se mantiene "el problema fundamental de la elevada deuda".

El experto recuerda además que cuando una compañía abona la retribución al accionista, ese mismo día el precio de sus acciones lo refleja con una caída prácticamente idéntica y opina que en estos momentos "no hay alicientes para que las cotizaciones recuperen lo que pierden cuando se descuenta el dividendo".