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Brasil dice al G-6 que les faltó voluntad política para acuerdo



    Ginebra, 24 jul (EFECOM).- Brasil acusó hoy a las grandes potencias comerciales de faltarles "voluntad política" para llegar a un acuerdo sobre los subsidios internos y los aranceles agrícolas e industriales, que hubiera permitido avances en la negociación de la Ronda del Desarollo de Doha.

    Así lo expresó hoy el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, quien indicó que "la falta de voluntad política" por parte de los ministros y representantes de Comercio del Grupo de los Seis (G-6) "es la única explicación posible" a la "interrupción categórica" de la Ronda de Desarrollo de Doha.

    "El liderazgo es necesario en tiempos de crisis y debemos reconocer que no hemos sido capaces de mostrarlo", señaló el mandatario brasileño en su declaración ante la reunión informal de jefes de delegaciones de los 149 países de la OMC, convocada por su director general, Pascal Lamy.

    EEUU, la Unión Europea (UE), Brasil, India, Australia y Japón, conocidos como el G-6 por ser las mayores potencias comerciales, se reunieron el domingo en Ginebra para desbloquear el proceso negociador de la Ronda tras el fracaso de sendas reuniones ministeriales que se celebraron con ese mismo fin en abril y junio pasados.

    Para Amorim, la Organización Mundial del Comercio (OMC) afronta "la mayor crisis desde su entrada en vigor" y consideró que ahora es el momento de que "concebir soluciones creativas, aceptar el dolor de la reforma, comprometerse con la negociación y revelar el verdadero liderazgo".

    Asimismo, el canciller brasileño se refirió a la necesidad de que la reanudación del proceso "sea en un futuro cercano en vez de lejano", dado que "el tiempo no juega a nuestro favor".

    A juicio de Amorim, mantener viva la Ronda de Desarrollo de Doha requiere elegir "cuidadosamente" el camino que se toma y aprovechar esta pausa "para reflexionar sobre la manera de retomar el ímpetu político necesario para avanzar" y no como excusa para rebajar el nivel de ambición de la agenda.

    La Ronda de Doha, que se lanzo en noviembre de 2001 y pretendía concluirse a finales de 2004, tiene el propósito de alcanzar acuerdos que, entre otros asuntos, hagan posible la liberalización del comercio agrícola, industrial y de servicios.

    Para Amorim no se necesita convenir una "base totalmente nueva", sino ser flexible dentro de la estructura actual y mantener lo que se tiene sobre la mesa, "porque es el resultado de un trabajo duro y doloroso y constituye un principio solido para futuras negociaciones".

    Por otra parte, señaló que se necesita seguir trabajando a todos los niveles "y en diferentes formas y formatos: bilaterales, plurilaterales o multilaterales, en Ginebra o donde sea", para avanzar hacia una "convergencia equilibrada, ambiciosa y orientada hacia el desarrollo".

    "La supervivencia de la agenda de Desarrollo depende de nosotros", recordó Amorim, para quien el director general de la OMC, Pascal Lamy, desempeña un papel esencial en el avance del proceso, al igual que los 149 miembros de la organización multilateral. EFECOM

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