Bolsa, mercados y cotizaciones
El dinero de Japón se exilia en Europa y el Ibex se anota un 3% en la semana
Resulta imposible hablar de los avances registrados en la renta variable y de la relajación vivida en la deuda pública sin hacer referencia al papel de los bancos centrales. El nuevo programa de estímulos lanzado por el Banco de Japón (BoJ) hace una semana -con el que está dispuesto a disparar toda la munición precisa para debilitar al yen- y la continua impresión de billetes por parte de la Reserva Federal de EEUU tienen una clara consecuencia: el mercado está inundado de dinero que busca un lugar donde dirigirse para lograr rentabilidad.
Y ya hay claros favoritos. Uno es la renta variable y otro, la deuda pública. España no es una excepción. El Ibex 35 cerró la semana con un avance de más del 3,1%, pese a que el viernes bajó un 1,5%, hasta los 8.040,4 puntos; siendo el segundo índice más alcista de toda Europa. De hecho, sólo un valor del principal índice español cerró con un balance semanal negativo: Acerinox, al ceder un 1,8%, siendo el tercer título del Ibex con más posiciones bajistas. Y si el mercado de deuda ha vivido una semana de tregua, Mapfre (por tener una importante cartera de renta fija) ha sido el valor que más se ha beneficiado de ello y quien más ha subido dentro del índice: un 11,4%.
El dinero quema en las manos, es evidente. Ni siquiera las palabras del Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtiendo de que el uso de políticas monetarias expansivas durante un tiempo excesivo puede ser perjudicial -especialmente si los gobiernos no las utilizan para ejecutar reformas- quitó el apetito por el riesgo a los inversores. La prueba es que, pese al castigo sufrido por la bolsa italiana en los últimos tiempos como consecuencia de la ingobernabilidad que dejó a su paso el resultado de las elecciones italianas, el Ftse Mib se proclamó como el más alcista del Viejo Continente con un avance del 3,5%. Y siguiendo sus pasos, aunque a ritmo más lento, Francia y Reino Unido. Así, el Cac 40 saldó la semana con un ascenso del 1,8%, mientras que el parqué inglés registró un alza del 2,5%.
Sin embargo, aunque Europa entera se vistió de verde para la fotografía semanal -borrando incluso la corrección vista el viernes-, los analistas advierten de que no hay que dejarse llevar por la euforia. "Conviene extremar la prudencia, no es momento de incrementar desaforadamente los riesgos en cartera, ni sobre todo ir detrás de los índices que más han subido [EEUU y Japón]", señala Miguel Ángel Paz, director de Unidad y Gestión de Unicorp. Y es que en Wall Street no cesan las celebraciones. Poco parece influir en la tendencia alcista de los índices americanos, que renuevan máximos históricos cada día, el deslucido pistoletazo de salida que dio Alcoa a la temporada de resultados trimestrales al otro lado del charco, que experimentó un recorte en su beneficio neto del 39% pese a batir las estimaciones de los expertos y se quedó corta en ingresos. Pero tampoco que JPMorgan y Wells Fargo batiesen previsiones con sus resultados del primer trimestre el viernes evitó que la bolsa norteamericana sufriese un revés -al menos, a media sesión-. La decepción en dos datos relacionados con el consumo lastró a la primera bolsa del mundo al final de la semana -la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan cayó a mínimos de nueve meses y las ventas minoristas también, inesperadamente-. A falta de que rindan cuentas la gran mayoría de compañías de Wall Street, éstas tendrán que aumentar sus ganancias un 2,4% para no defraudar. De momento, el optimismo viene infundido por los estímulos que mantiene la Fed. Tanto, que el Dow Jones terminó la semana con un avance del 1,8%, el S&P 500 hizo lo propio con un ascenso del 2,1 % y el Nasdaq 100 -más penalizado por el comportamiento de valores como Microsoft e Intel, que han sufrido en sus carnes el auge de las tablets en detrimento de los ordenadores- también se sumó al carro de las alzas, con un incremento del 2,6%.
¡A por la renta fija!
Pero en un momento en el que los bancos centrales imprimen billetes ilimitados, las compras también llegaron a la deuda pública. Así, el diferencial español, que mide la rentabilidad adicional que los inversores exigen a nuestros bonos a una década respecto a los alemanes, pasó de los 353 puntos a los 342 puntos básicos en una semana. Relajación que se plasmó en la menor rentabilidad del bono a diez años, que se ubicó en el 4,69%, frente al 4,75% de la semana anterior. Pero, ¿cómo evitar la tentación de confundir esta mejora de los mercados con una recuperación de la confianza desde los inversores? "La crisis que sufrimos es de desconfianza. Los bancos centrales vuelven a inundar de liquidez el sistema evitando el riesgo de deflación y depresión, pero aumentando el riesgo de estancamiento a corto plazo y nuevos riesgos financieros a medio y largo", señala José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Sea como fuere, las compras de deuda vistas en España tras el debilitamiento del yen, también han llegado al resto de Europa. En Italia, sin ir más lejos, el diferencial transalpino ha pasado de los 317 puntos a los 306 puntos en una semana, con la rentabilidad del bono a una década en el 4,31%.
Aunque si hay un activo beneficiado de los estímulos del BoJ, ese es el euro. El rally emprendido por la divisa europea desde la depreciación de la moneda nipona, que se queda como la única que no ha sufrido modificaciones por parte de su banco central, el BCE, es el refugio perfecto para inversores japoneses que busquen rentabilidad. El euro despidió la semana con un avance del 0,8%, hasta los 1,309 dólares, aunque llegó a superar el nivel de los 1,31 en el intradía esta semana. No obstante, Campuzano alerta de que "la política expansiva del BoJ puede obligar al BCE a flexibilizar su política monetaria por la subida del euro".
En el mundo de las materias primas, el oro fue el más perjudicado de la semana, con un descenso del 4,5%, colocándose en mínimos de julio de 2011. El metal amarillo cedió hasta la barrera de los 1.500 dólares en una semana en la que Goldman Sachs señaló que es momento de invertir a la baja en este activo.
También en mínimos de julio de 2011 se colocó el petróleo de referencia en Europa, el barril Brent, tras ceder más de un 1%, hasta los 102 dólares.