Bolsa, mercados y cotizaciones

El mensaje del jefe del Eurogrupo trunca el rebote de la bolsa y eleva el riesgo país



    El terremoto provocado por la inestabilidad chipriota sigue latente y aunque el rescate de la isla del Mediterráneo tras el acuerdo con el Eurogrupo parecía tranquilizar a los mercados europeos en las primeras horas del día, fueron las palabras del presidente del mismo, Jeroen Dijssebloem, las que dieron la vuelta a los parqués.

    El Presidente del Eurogrupo lanzó un aviso al resto de países de la Eurozona, dando a entender que la quita impuesta en Chipre a los depósitos superiores a 100.000 euros ha creado un precedente y podría producirse también en otros países europeos, para reestructurar los sistemas financieros con problemas.

    Después de las declaraciones, la reacción no se hizo esperar y las palabras de Jeroen Dijssebloem dieron la vuelta a los mercados de Europa. "El mercado, al igual que hizo el lunes pasado, ha vuelto a entender que los depósitos bancarios no están asegurados, y que las facturas de asistencias futuras a bancos europeos podrán cargarse en cierta medida contra los depositantes", señala Daniel Pingarrón, estratatega de mercado de IG.

    En este contexto, el Ibex 35, que había llegado a ganar un 1,6% por la mañana, cayó un 2,27%, hasta los 8.140,60 puntos. Con este retroceso, el índice ha perdido un nivel de soporte importante, que los analistas de Ecotrader sitúan en los 8.250 puntos. Eso, "abre la puerta a que las ventas puedan seguir presionando al selectivo español en próximas sesiones, algo probable si las caídas tienen continuidad y otros índices europeos, como es el caso del Mibtel italiano, también ceden soportes clave, como son los 15.600 puntos", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros. Si el principal índice italiano cede ese nivel, "el Ibex no encontraría soporte relevante hasta la zona de mínimos del mes pasado en los 7.800/7.900 puntos", añade.

    Los valores más dañados del indicativo fueron Sacyr, Iberdrola y Gas Natural, con caídas del 4,9, del 4,65 y del 4,49%, respectivamente. Además, el sector financiero fue nuevamente castigado y entidades como Bankinter, BBVA y Santander retrocedieron un 4,02, un 3,6 y un 3,24%, en cada caso.

    En el resto de Europa, los principales índices también se vieron afectados por las declaraciones de Jeroen Dijssebloem: el Ftse Mib italiano se convirtió en el más damnificado con un descenso del 2,5%. El EuroStoxx 50, el Cac 40 francés y el Dax alemán, con un 1,21, un 1,12, y un 0,51 %, respectivamente.

    Tensión en la renta fija

    El apunte del Eurogrupo de que lo ocurrido en Chipre es susceptible de aplicarse a otros bancos de la eurozona que atraviesen dificultades económicas también se dejó sentir en el mercado de deuda. Acto seguido, la euforia inicial pronto se transformó en una gran incertidumbre, que propició que la prima de riesgo española -medida por la rentabilidad adicional que se le exige a nuestros bonos frente a los alemanes a una década- escalase de los 348 puntos a los 363 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años situada en el 4,95%. Pero tal huida de dinero tuvo otro refugio: los seguros contra el riesgo de impago -conocidos como CDS, por sus siglas en inglés-. , el coste de asegurarse contra el impago de España ascendió hasta los 286 puntos básicos -9 más que a cierre del viernes-.

    Solo tres puntos menos de los que registró el CDS italiano, que se situó en los 289 puntos básicos. Situación que pone en evidencia que la desconfianza también viajó hasta Italia, como demuestra el ascenso experimentado por su diferencial, que pasó de los 313 puntos básicos a los 328 puntos. De modo que la brecha entre la prima de riesgo italiana y la española vuelve a ensancharse y supera de nuevo los 34 puntos básicos.

    La percepción de mayor riesgo que observaron los inversores también se reflejó en los mayores intereses que el Tesoro Público italiano se vio obligado a pagar por colocar su deuda. En concreto, el Tesoro de Italia colocó 2.825 millones de euros con vencimiento a dos años a un interés medio del 1,746% frente al 1,682% registrado en la anterior operación celebrada en febrero. A cinco años, colocó 616,43 millones de euros en bonos ligados a la inflación a un interés del 2,16%; mientras que vendió 383,57 millones de euros en bonos a quince años pagando un interés de 3,02%.