Bolsa, mercados y cotizaciones

La tormenta chipriota 'salpica' a los mercados de cifras negativas



    Entre países anda el juego. Si Italia fue la primera en convulsionar los mercados tras las elecciones, ahora le ha llegado el turno a Chipre, que esta semana se ha convertido en el principal foco de alarma. La isla necesita un plan viable con el que convencer a la Unión Europea de que merece el rescate -debe ocho veces lo que produce-, por lo que debe aplicar fuertes quitas en los depósitos bancarios.

    Por su parte, las autoridades europeas continúan presionando al país para que encuentre la manera de conseguir los 5.800 millones de euros que necesita para poder optar a los 10.000 millones que correrán a cargo de la eurozona.

    "El Gobierno trata de buscar 5.800 millones de euros de cualquier forma, se habla de buscarlos en los fondos de pensiones, bienes de la iglesia, derechos futuros de prospección, explotación y congelación (con garantías... veremos de qué tipo) de los depósitos más altos", señala Miguel Ángel Paz, director de Unidad de Gestión de Unicorp.

    Una situación que no es baladí. La podría haber resuelto Moscú, interesada, a través de Gazprom, en las reservas de gas, pero Rusia está fuera de juego, ya que ha anunciado públicamente que no está interesada en invertir ni en la banca ni en la reserva energética hasta que no haya acuerdo con la Unión Europea. Un cúmulo de dudas que continuará como mínimo hasta el próximo martes, ya que el Banco Central Europeo (BCE), a través de un comunicado, informó que o hay solución antes del día 26 o no podrá hacer nada por la banca de la pequeña isla. A esto, hay que sumar que el pasado jueves la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's rebajó en un escalón la nota de solvencia a largo plazo de Chipre, desde CCC+ a CCC con perspectiva negativa.

    El 'efecto Chipre' golpea a las bolsas

    Toda esta incertidumbre no ha pasado inadvertida para los principales parqués europeos que se han teñido de rojo, siendo el sector más afectado el financiero. Así las cosas, el Ibex 35 se anotó una caída semanal del 3,36%, hasta lo 8.329,5 puntos, por lo que se convirtió en el selectivo más bajista del Viejo Continente. De este modo, mantiene la resistencia a vigilar a corto plazo que los expertos de Ecotrader sitúan en los 8.250 puntos y cuya pérdida provocaría un deterioro en las posiciones alcistas y podría dar lugar a la vuelta a los 7.900 puntos, nivel donde se abriría un mercado bajista.

    "Observamos cómo desde este soporte de los 8.250 puntos el Ibex 35 trata de reestructurarse al alza. Para conseguirlo el primer paso es que se superen resistencias que presenta en los 8.400 puntos y confirmaría que los alcistas han retomado el control si las alzas logran batir los 8.500/8.530 puntos, lo que cerraría el hueco bajista abierto a comienzos de semana", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.

    A lo largo de estas jornadas, los bancos fueron los principales protagonistas de las caídas, ya que retrocedieron de media alrededor de un 8,5%. Banco Popular abanderó el terreno negativo con un descenso semanal del 11,55%. Le siguieron Banco Sabadell y Bankinter, con caídas del 9,79 y 7,94%, respectivamente, mientras que BBVA y Banco Santander se apuntaron bajadas del 6,33 y 6,27%, en cada caso. Para ArcelorMittal tampoco fue una buena semana, ya que retrocedió casi un 9%, convirtiéndose en el tercer valor más bajista. De hecho, el viernes marcó mínimos históricos en los 10,40 euros.

    En el resto de plazas europeas la tónica fue similar. Los principales selectivos se anotaron descensos semanales, siendo el más castigado -tras la bolsa española- el francés Cac 40 con una caída del 1,9%. Por su parte el alemán Dax, el EuroStoxx 50 y el británico Ftse 100 con un 1,6%, en el caso de los dos primeros, y un 1,5%. El Ftse Mib italiano fue el selectivo menos afectado de Europa ya que tan sólo cedió un 0,10%.

    Al otro lado del Atlántico la agenda la marcó la Reserva Federal -Fed-, cuyo presidente, Ben Bernanke, anunció el miércoles que la institución continuará su política de compras de activos, que se mantiene en 85.000 millones mensuales y que los tipos de interés permanecerán entre el 0 y el 0,25%, hasta que la tasa de paro baje al 6,5%. En este contexto, el S&P 500 pospuso una semana más la superación de su máximo histórico al caminar sobre la zona de los 1.550 puntos y retrocedió entorno al 0,3%, al igual que el Nasdaq 100, mientras que el Dow Jones lo hizo alrededor de un 0,06%.

    Esta semana, además, el Estado español volvió a salir al mercado. El martes emitió 4.000 millones de euros en letras a tres y nueve meses y el jueves celebró una subasta de bonos a 2, 5 y 10 años en la captó 4.510 millones. Lo más destacable fue el coste de financiación que pagó por los bonos a una década, que bajó hasta el 4,89%. La rentabilidad de estos títulos en el mercado secundario bajó hasta el 4,855 al final de la semana, mientras que la prima de riesgo española cerró en los 347 puntos, tan sólo 1 punto básico menos que el viernes anterior.

    Quien también vivió una semana de vaivenes fue el mercado de divisas. La tormenta chipriota salpicó al euro que cotizó toda la semana por debajo de los 1,30 dólares, incluso llegó a situarse en los 1,2882 dólares, un nivel que no se veía desde noviembre del pasado año. En las últimas cinco sesiones, cedió entorno a un 0,70%. Por su parte, el petróleo Brent -de referencia en Europa- y el West Texas descendieron alrededor de un 2,4 y un 0,9%, en cada caso.