Bolsa, mercados y cotizaciones
Jornada de ida y vuelta: el bono a diez años cierra por debajo del 5%
"Es una tormenta en una tacita de café... aunque no deja de ser una tormenta". Con esta metáfora describe Javier Flores, director de análisis de Asinver, el gran nerviosismo que se vio ayer en los mercados de deuda de toda la eurozona debido a la innovación que ha supuesto que se incluya los depósitos bancarios en el rescate de Chipre, un país en el que el volumen generado por este vehículo para el ahorro, 72.000 millones, equivale al 400 por ciento de su PIB según datos de AFI.
"En Europa estamos tan obcecados con los problemas políticos que no se están aprovechando las señales de recuperación económica", asevera Flores, que afirma que "el principal riesgo" actual para la eurozona es el desempleo, especialmente el juvenil. "Lo que ha pasado en Italia es un toque de atención", concluye.
Un punto de vista similar muestra Marc Batllé, de Elcano Sicav, que opina que "Chipre es un pequeño susto del momento" y que la noticia "es ruido" y señala que no se puede comparar la situación de la eurozona con la de hace un año atrás puesto que "las medidas de austeridad han favorecido la solvencia y la confianza financiera".
El bono no sufre...
La decisión de un país que sólo contribuye al 0,2 por ciento del PIB de la eurozona, con la que pretende recaudar 5.800 millones de euros a costa de implantar el primer corralito financiero en la historia de la UE, consiguió tumbar las bolsas (ver información adjunta) y tambalear los mercados de deuda, especialmente los de países de la Europa periférica. Sin embargo, el susto de primera hora de la mañana se fue moderando a medida que avanzaba la sesión y se hacía pública la posibilidad de renegociar la tasa especial a los depósitos bancarios, que contempla pasar del 6,7 por ciento al 3 por ciento para los ahorradores que tengan menos de 100.000 euros en depósitos e incrementar el gravamen -de inicialmente al 9,9 por ciento- para el resto.
Para muestra de este desasosiego, un botón: si bien el bono español a una década empezó la mañana emitiendo señales de alarma, al cotizar por encima del 5 por ciento, cerró la sesión en el 4,962 por ciento, muy cerca de sus mínimos intradía. "Se supone que en niveles entre el 5,15 por ciento y 5,25 por ciento deberían volver las compras de nuestros bonos según la tendencia bajista iniciada el verano pasado" apunta Miguel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, que asevera que sólo en caso de traspasar estos niveles "supondría un verdadero contagio de la noticia chipriota a nuestras frontera". El caso italiano fue similar, ya que después de oscilar entre máximos intradía del 4,8 por ciento y mínimos del 4,625 por ciento, el papel transalpino a diez años terminó la jornada rindiendo un 4,634 por ciento.
...pero la prima de riesgo, sí
Al igual que en ocasiones anteriores de repunte de la percepción del riesgo, los activos percibidos como más seguros volvieron a hacer suyo el refrán a río revuelto, ganancia de pescadores. La rentabilidad del bono alemán a diez años retrocedió hasta el 1,407 por ciento, aunque lo realmente llamativo fue que el Estado germano volvió a financiarse prácticamente gratis en los tramos más cortos de la curva: el bono a tres años cerró la sesión ofreciendo un 0,065 por ciento mientras que el papel a uno y dos años cerraron con respectivos rendimientos del 0,33 y el 0,2 por ciento.
También se reflejaron las compras de inversores nerviosos en la deuda de larga duración emitida por el Tesoro de EEUU y en su homólogo inglés. En el primer caso, el rendimiento del T-Note (el bono a diez años) descendió -ligeramente, eso sí- hasta el 1,9529 por ciento. Desde Unicorp, Miguel Paz afirma en lo referente al futuro del bono estadounidense que "sería fundamental que en niveles de 133 puntos básicos (1,33 por ciento) volviesen las ventas de estos bonos refugio". Por otra parte, la rentabilidad del gilt británico cedió hasta el 1,895 por ciento.
Así, pese al frenazo del bono español, la prima de riesgo (medida por el interés adicional que exigen los inversores al bono español frente al bund alemán) sí que firmó otra sesión de escalada, con grandes oscilaciones además ya que se movió durante la jornada en un rango situado entre los 371 y los 350 puntos básicos, para cerrar finalmente en 355 puntos básicos.
Con la de ayer, el diferencial español ya suma seis jornadas consecutivas al alza, en las que acumula una subida de 31 puntos básicos. Se trata de la racha alcista más larga para la prima desde julio del año pasado. Lo mismo sucedió con la prima de riesgo helena, que ayer fue la que más subió en la eurozona: 50 puntos, hasta los 986 puntos básicos (ver gráfico), reflejando que el antaño provechoso vínculo financiero entre Grecia y Chipre ahora pesa como una losa para ambos países.