Bolsa, mercados y cotizaciones
Repsol tiene varias vías para 'olvidar' sus preferentes
La solución que maneja la petrolera es el canje de estas participaciones por bonos a una década, pero aún se desconocen detalles sobre el canje de intereses de la deuda perpetua o sobre si utilizará algún otro intercambio adicional
Vuelta de tuerca a la solución de las preferentes de Repsol (REP.MC). El condicionante al que estaba supeditado el canje de estas participaciones se desvanece con la venta de su negocio de gas natural licuado (GNL), efectuada el pasado 26 de febrero. Sin embargo, no será hasta el cierre total de la operación, previsto para finales de año o principios del siguiente, cuando la petrolera aborde el canje de sus participaciones por valor de 3.000 millones; sobre el que su presidente, Antonio Brufau, ya ha manifestado que se realizará por bonos a largo plazo -diez años-. Aunque ésta no es la única vía posible para Repsol.
A finales de octubre, Miguel Martínez, el director financiero de la compañía, ya explicó que la petrolera barajaba por entonces la opción de un canje mixto basado en bonos a diez años y acciones procedentes de su autocartera; una solución casi calcada a la que otorgó Telefónica a los inversores atrapados en sus preferentes en aquel momento. Sin embargo, la venta por parte de Repsol de su autocartera esta misma semana a la sociedad de inversión Singapur Temasek -que equivale a un 5% de su capital social- imposibilita esta opción.
De todas formas, aunque Repsol no se hubiera desprendido de sus títulos propios, éstos habrían sido insuficientes para canjear los 3.000 millones que aún tiene en preferentes, ya que si quisiera dar el capertazo definitivo a estas participaciones justo ahora, con la acción cotizando a 17 euros, la petrolera habría tenido que entregar un 13,76% de su capital.
Así que eliminada la autocartera del grupo, queda la otra pata de la solución ideada por Repsol hace unos meses: el canje por bonos a una década, que cobra más sentido si cabe después de la última ventana de liquidez abierta en el mercado desde enero, que ha permitido a compañías como Gas Natural (GAS.MC) o Telef?a (TEF.MC) financiarse mediante estos títulos en el primario reduciendo significativamente sus costes de financiación, con intereses por debajo del 4%. Rentabilidad que si se imitase estaría en línea con el cupón trimestral que hasta ahora han ofrecido las preferentes de la petrolera, del 3,6%, según el mercado de renta fija AIAF. A esto se sumaría que el titular de la deuda se olvidaría de la connotación negativa de la perpetuidad de las preferentes.
Por ahora no se conocen más detalles, como cuál será el porcentaje de preferentes que Repsol intercambiará por bonos a una década. Si éste será el único instrumento utilizado o, por el contrario, aún tiene cabida un canje mixto en el que se añadan acciones. De ser así, la opción más favorable para Repsol es retrasar el canje, ya que el castigo que acumulan sus acciones en bolsa desde que Argentina expropió a su filial YPF en abril, implicaría entregar un porcentaje de capital mayor a precios actuales, que si la acción se recupera. Por ejemplo, si sus títulos lograran conquistar los 25 euros, el canje de sus participaciones implicaría entregar un 9,3% de su capital, frente al 13,76% que supondría hacerlo con el título a 17 euros.
Margen para subir otro 9%
Y que la acción se recupere tampoco se antoja complicado si se tiene en cuenta la penalización que acumula desde la expropiación de YPF, ya que sus acciones pasaron de los 21 euros en marzo a los 10,95 euros en julio -su mínimo anual en 2012-, lo que supone una caída del 46%. Sin embargo, desde entonces, hasta los 17 euros actuales, la acción de Repsol ya ha recuperado un 54%. No en vano, el consenso de mercado recogido por FactSet considera que los títulos de la petrolera aún tienen margen para subir un 9,4% más en los próximos doce meses, hasta los 18,5 euros.
A su favor juegan los avances logrados por Repsol en las últimas semanas para reducir su deuda. Concluido con éxito el traspaso de su negocio de GNL a Shell, el grupo ha conseguido disminuir sus compromisos financieros a casi la mitad, hasta los 2.200 millones -sin incluir la cifra que se apunta por su participación en Gas Natural Fenosa ni los 3.000 millones de euros en preferentes-; condición necesaria para que las agencias de calificación mantengan su rating en grado de inversión.