Bolsa, mercados y cotizaciones

Por qué una corrección sería una interesante oportunidad



    Mientras que Bruselas plantea un escenario muy negativo para la economía española, la banca de inversión anticipa que los beneficios de las cotizadas volverán a crecer de forma muy fuerte. Algo que puede ser un aliciente para comprar acciones, si primero se limpia la subida.

    Es curioso cómo se generan ciclos de opinión. A finales de enero, las voces que defendían que España estaba mejorando eran escasas. Y, de repente, la semana pasada, el Financial Times, Morgan Stanley y hasta Mario Dragui, presidente del BCE, se unían para decir, unos hablando de macroeconomía y otros del sector financiero, que España estaba haciendo los deberes y que el contexto ya no parecía tan negativo o que, al menos, pronto se podía dejar atrás lo peor. Pero en los últimos días -y más concretamente el viernes-, las previsiones de la Comisión Europea echaban un jarro de agua fría a los optimistas, indicando que preveían que la economía española se contraería este año un 1,4 por ciento.

    El Ibex 35, sin embargo, aguantó estoicamente el viernes la noticia, si bien es verdad que se había curado de espanto el jueves al perder un 1,84 por ciento. Porque, aunque nos pese, el tambor que avisa de que puede llegar una corrección a la renta variable global, la española incluida, está resonando. El tamborilero que va a decidir su magnitud se llama Wall Street.

    Ecotrader, el portal de estrategias de inversión de elEconomista, previendo un movimiento a la baja de los parqués, eligió la semana pasada cerrar la mitad de la estrategia alcista que mantenía sobre el Ibex 35, porque entendía que el índice se había quedado tocado, al no ser capaz de superar con garantías los 8.300 puntos. El principal índice de la bolsa española ha sido un buen oráculo, porque, posteriormente, los números rojos se distribuyeron por toda Europa y también por EEUU. El riesgo de que veamos nuevas correcciones en la bolsa es real, ya que Wall Street es el que decide y está pendiente del fiscal cliff y de las medidas de la Reserva Federal.

    ¿Hay futuro?

    Para los inversores que estén dispuestos a ver el vaso medio lleno, con una corrección de por medio, la bolsa española puede ser una buena alternativa. Lo piensa Joan Cabrero. El analista de Ecotrader y de Ágora, opina que si el Ibex 35 regresa a los 7.500 puntos sería una oportunidad muy interesante. "Es una zona que coincide con el arranque del último tramo alcista del índice; el que se inició en noviembre". Desde los 8.000 puntos también puede reaccionar, aunque es una zona menos interesante para operar.

    Los bancos de inversión -si no viran totalmente sus previsiones tras las estimaciones económicas de la Comisión Europea-, apoyan también la teoría de que la bolsa española esconde valor.

    Morgan Stanley, en una nota corta sobre las expectativas económicas futuras, comparaba a nuestro país con uno de nuestros grandes socios en el euro. "España está en el camino de convertirse en la próxima Alemania", opinaban los analistas de la firma. Este parecido razonable, se debe a que los costes laborales están cayendo y, a la vez, mejorando las exportaciones.

    "Varios de mis contactos piensan que lo peor de la crisis española se habrá dejado pronto atrás", cuentan desde la firma anglosajona. Si la bolsa, efectivamente, adelanta el ciclo económico, lo que Morgan opina es lo mismo que dice el mercado.

    Pero el parqué español podría dar más. Sin tener en cuenta la ponderación de cada compañía -de esta manera moderamos el impacto de la banca, para quien hoy por hoy se esperan fortísimos crecimientos de beneficios en 2013 que podrían no cumplirse-, la expectativa de crecimiento del beneficio por acción de la bolsa española a doce meses es del 31 por ciento, mientras que para la alemana es del 17. La valoración de la española es también más alta. Se pagan más veces beneficios que su media histórica, algo que no sucede en la germana (ver gráfico). Por ello, para atraer al dinero, es interesante que veamos una corrección previa.

    La baza del crecimiento

    Aunque la temporada de resultados no ha terminado, se calcula que las empresas españolas habrán ganado en 2012 alrededor de 9.700 millones de euros. Es la cifra de resultados más baja desde 2002. Sin entidades financieras, el beneficio conjunto de las cotizadas españolas se prevé que se haya quedado, por el efecto Bankia, en 20.065 millones de euros en el año; que es bastante más. Y, aunque los bancos son el cuerpo central de las expectativas de crecimiento en los próximos años, sin ellos, hoy se espera que el beneficio conjunto de las empresas españolas crezca un 34 por ciento en 2013, hasta los 27.000 millones este año.

    Con los bancos recuperando la salud y ganando lo que hoy por hoy prevé la media de firmas de inversión, el empujón español sería mucho mayor, ya que los beneficios conjuntos de las empresas cotizadas en nuestro mercado alcanzarían los 39.300 millones de euros en 2013. Es decir, triplicaría los resultados -incluyendo a la banca- acumulados el año pasado. Y esa posibilidad, cumpliéndose, es una importante baza a favor de España porque mejora su atractivo. Con datos ponderados se pagan menos de once veces los beneficios estimados a doce meses.