Bolsa, mercados y cotizaciones
Continúan el apetito inversor y la tranquilidad
Nuestra preferencia siguen siendo los plazos a 7 años y fuera de las emisiones, a 10 años.
El entorno para la deuda pública en Europa va reforzándose. En primer lugar, por la fortaleza del euro, que cotiza por encima de los 1,36 dólares. La menor liquidez del euro, por la devolución de los LTRO's (préstamos a largo plazo a bancos europeos a condiciones favorables) y el mantenimiento de las compras de activos del Tesoro Público a largo plazo y las compras MBS, confirman la solidez de la moneda única ante las medidas expansivas de la Reserva Federal estadounidense (Fed).
Otro dato relevante es la subida generalizada en las curvas de la deuda pública, tanto en la periferia como el núcleo duro del euro. En el caso de Alemania, ha quedado de manifiesto que ya no tiene tanta facilidad como antes para colocar su deuda. En Portugal, la deuda tiene un comportamiento mejor que antes, prueba de ello es que el 10 años cotiza al 5,9%, frente al 7,4% de diciembre.
En cuanto a rentabilidades, el mercado se mantiene por encima respecto a semanas anteriores. En España, el bono a 10 años se sitúa en el 5,25%. Un mayor drenaje de liquidez, y la rotación hacia la renta variable, explican esta subida de las rentabilidades.
Italia está siendo ahora protagonista en este mercado, porque tiene que colocar mucho papel en las subastas, y afronta en breve elecciones que añaden incertidumbre. Esta subida en los rendimientos no afecta sólo a emisiones de deuda pública, sino que también lo hace en el mercado monetario. La curva está recogiendo pequeñas, aunque continuas subidas, en los euribores. En los plazos de vencimiento a un año se encuentra al 0,62%, desde mínimos en diciembre del 0,53%. A corto plazo, no se esperan grandes cambios en el mercado, mientras el Banco Central Europeo (BCE) siga sin realizar compras.
Solamente problemas de inestabilidad interna, o desfases en algunos indicadores como el déficit, podrían dar lugar a fuertes correcciones. Sí es previsible una reducción de diferenciales del sector corporativo.
Mientras las subastas de Tesoros siguen su calendario, el primario corporativo ha sufrido una fuerte caída, tras la fortaleza de las primeras semanas. La mayor incertidumbre está provocando un alejamiento, tanto de los emisores como de los inversores, a la hora de colocar e invertir en el mercado primario.
El próximo jueves el Tesoro subastará deuda en España. Es previsible que no tenga problemas de colocación, aunque el importe solicitado y las rentabilidades sí marcarán la tendencia a futuro. Además, el BCE anunciará si mantiene el nivel de los tipos.
También habrá que estar atentos a una posible activación del OMT, posiblemente a través de Irlanda. En el lado inversor, seguimos apostando por plazos con duraciones en torno a 7 años, y seguimos fuera del 10 años. En el corto plazo, recomendamos ventas para aprovechar las bajas rentabilidades.