Bolsa, mercados y cotizaciones

El riesgo con los emergentes puede dar algunas sorpresas



    Las monedas de países en vías de desarrollo son una apuesta complicada, pero pueden surgir éxitos individuales

    La declaración de intenciones del Banco de Japón (BoJ) en las que elevó su objetivo de inflación al 2 por ciento, fue la puntilla a una política monetaria cada vez más agresiva. Mantener el yen en unos niveles deprimidos para beneficiar a las exportaciones se ha convertido en la obsesión de la institución. Como sucedió en anteriores intervenciones del BoJ, o cuando el Banco Nacional suizo limitó el tipo de cambio del franco, se ha reavivado el antiguo debate, sobre si veremos una lucha de los principales países del mundo para devaluar sus monedas y ganar competitividad.

    Matthew Cobon, gestor de Thread- needle, apunta que "las acciones de Japón para alentar la debilidad del yen son importantes en la medida en que son notorias y flagrantes. La divisa se está convirtiendo cada vez más en el fin último de las políticas, pero los países desarrollados deberían reconocer que es una herramienta poco afilada, ya que los movimientos en una determinada divisa deben ser muy pronunciados para tener un efecto significativo en el PIB", puntualiza.

    Según Cobon, aunque hay voces que apuntan a que en la zona euro se podría llegar a una intervención al estilo BoJ de la moneda única para frenar su escalada (que perjudica a países como Alemania), "es muy improbable" que esto llegue a suceder, "aunque se siga comentando en foros públicos".

    Resulta imposible no preguntarse cuál va a ser el lugar de las principales monedas del mundo en el ranking de sobresaltos en los próximos meses. Entre ellas, pocas generan más suspicacias que las de los países en vías de desarrollo.

    Los gestores de fondos temen la evolución de las divisas de estos mercados y perciben que no es momento para invertir en ellas. Los expertos de M&G afirman que ven al dólar fuerte contra estas monedas. El principal argumento es el parón que observan en el último año en el crecimiento las reservas de divisas de muchos de estos países. Según la gestora, "una ralentización de la acumulación de reservas suele ser sinónimo de un dólar fuerte, porque las reservas se suelen medir en dólares, lo que hace que el valor de los activos que están denominados en divisas diferentes al billete verde caiga cuando se contabiliza en términos de dólar".

    Hay que tener claro que cuando hablamos de emergentes, nos referimos a países como China, Argentina, Vietnam, Sudáfrica, Rusia o Malasia. Matthew Cobon alude a esta idea cuando comenta que, más allá de recomendaciones de compra o venta, entre estas economías "hay buenas y malas historias, y esperamos que sean penalizadas y recompensadas como es debido. De hecho, ya tenemos algunas evidencias, el rand sudafricano se ha depreciado un 6 por ciento, mientras que el peso mexicano se ha apreciado un 3 por ciento". Según Cobon, esta tendencia va a continuar, cree que "el mercado seguirá recompensando a los países que ofrezcan buenos rendimientos y que tengan buenos fundamentales o los estén mejorando".

    Desafíos por técnico

    Estas divisas están en un momento interesante. La pista nos la da la evolución de algunos productos de referencia, como el fondo cotizado WisdomTree Emerging Currency Fund (o CEW). Tal como explica Joan Cabrero, analista de Bolságora, este ETF "es alcista desde hace meses, pero se enfrenta a una fuerte resistencia, que coincide con los máximos de febrero de 2012, a la altura de los 21,35 dólares. Mientras no pierda el soporte de los 19 dólares, tiene opciones de superar ese nivel. Si lo consigue, volaría hasta por lo menos máximos de 2011". Según Cabrero, si supera esa cota, "las divisas que lo componen darían, en principio, una señal alcista". Las principales posiciones de la cartera del WisdomTree las copan las divisas menos populares, como el zloty polaco, los pesos mexicano y colombiano y el baht tailandés.

    El riesgo de invertir en estos mercados es grande. Y aunque estamos posicionados en la bolsa china o la brasileña, consideramos que no ha llegado el momento de aumentar exposición o de entrar en el caso de los inversores que estén fuera.