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La economía de EE.UU. se contrajo de forma inesperada el 0,1 por ciento al final de 2012



    Washington, 30 ene (EFE).- La actividad económica de EE.UU. se contrajo de forma inesperada el 0,1 % entre octubre y diciembre de 2012, el primer descenso del producto interior bruto (PIB) en tres años y medio, según los datos divulgados hoy por el Gobierno.

    El Departamento de Comercio, en el primero de sus tres cálculos del PIB, explicó que el mayor causante de la contracción económica en ese período fue la drástica reducción del gasto militar.

    En el primer trimestre de 2012 la economía estadounidense había crecido el 2 %, el 1,3 % en el segundo y el 3,1 % en el tercero.

    En todo el año pasado, según este cálculo inicial, el PIB de Estados Unidos creció un 2,2 %, mientras que en 2011 el 1,8 % y en 2010 el 2,4 %.

    La recesión económica más profunda y prolongada en EE.UU. en casi ocho décadas concluyó en junio de 2009.

    Los gastos gubernamentales bajaron en el cuarto trimestre a un ritmo anual del 6,6 % y esto restó 1,3 puntos porcentuales al PIB.

    La disminución estuvo encabezada por una caída del 22,2 % del gasto militar, la mayor desde 1972 cuando EE.UU. terminaba su participación en la guerra de Vietnam.

    Algunos analistas también señalan el impacto anticipado de la crisis fiscal que se esperaba para comienzos de 2013 y que puede haber demorado las decisiones de las empresas para la contratación de personal y la inversión en equipos e inventario.

    Al término de 2012 expiraban rebajas de impuestos que databan del gobierno del presidente George W. Bush, así como el subsidio por desempleo para unos 3 millones de personas, y debían aplicarse recortes en todos los gastos del Gobierno.

    Ese llamado "precipicio fiscal" fue consecuencia de resoluciones del Congreso en 2011 que, en una disputa sobre el límite de la deuda nacional, postergó decisiones sobre gastos e impuestos hasta después de la elección presidencial de noviembre de 2012.

    En las primeras horas de 2013, el Congreso extendió las reducciones de impuestos y el subsidio por desempleo, y postergó nuevamente las decisiones sobre gastos.

    De todos modos, el informe de hoy, que será actualizado en las próximas semanas, muestra que la economía de EE.UU. no está al borde de otra recesión y que la actividad sigue creciendo de manera muy moderada.

    El gasto de los consumidores, que representa casi el 70 % del PIB en este país, aumentó el último trimestre a un ritmo anual del 2,2 %, superando ampliamente el 1,6 % del tercero y el 1,5 % del segundo.

    En el último trimestre la inflación subyacente -que excluye los precios de alimentos y energía- fue del 0,9 %, la más baja en tres años, y en todo el año los precios subieron el 1,7 %.

    La mayoría de los analistas esperaba una desaceleración de la actividad económica después del 3,1 % de crecimiento entre julio y septiembre, pero les sorprendió la magnitud de la contracción que muestran las primeras cifras oficiales.

    Algunos aspectos del informe destacan las áreas saludables de la economía: por ejemplo las ventas finales a proveedores privados, un indicador que excluye el gasto del Gobierno y los inventarios, que subió el 2,8 %.

    Pero con un empleo que en diciembre fue del 7,8 % y ha estado por encima del 8 % durante más de 44 meses, es difícil que se incremente de forma vigorosa el gasto de los consumidores y ello contribuye al ritmo de crecimiento lento que vive EE.UU. desde 2009.

    La Reserva Federal, que concluye hoy su primera reunión sobre política monetaria en 2013, ha indicado que continuará con su estímulo al crecimiento económico al menos hasta que el índice de desempleo esté por debajo del 6,5 %.