Bolsa, mercados y cotizaciones
Reglas de supervivencia en Apple
Dicen que la regla del tres de la supervivencia es que puedes vivir tres minutos sin respirar, tres días sin beber y tres semanas sin comer. Después de lo que ha sucedido con Apple (AAPL.NQ) esta semana deberíamos inventar una regla para dilucidar hasta cuánto puede caer, cuánto se puede abaratar la compañía de Cupertino (entendiendo por esto cuánto se pagará por sus beneficios) y cuánto se pueden deteriorar las valoraciones de los bancos de inversión. El castigo parece lógico si se valora que la compañía hasta hace unos trimestres más admirada y la más grande del mundo hasta el viernes, cuando fue superada por Exxon, ha sido incapaz de ofrecer proyecciones sobre su futuro negocio.
La confusión sobre la manzana de oro es tan grande que algunos piensan que lo que va a suceder con Apple es comparable a lo vivido con Nokia. La finlandesa que llegó a tener una capitalización en 1999 de 0,3 billones de euros hoy vale en bolsa sólo algo más de 12.000 millones y la semana pasada tuvo que renunciar al dividendo después de ciento cuarenta años sin fallar con su cita con la retribución. Aunque la parte positiva para Nokia es que la hecatombe parece tener fin y se espera que vuelva a retribuir con cargo al ejercicio 2014.
La sensación que tienen ya algunos de que Apple comienza a ser un cadáver andante es contrarrestada por tres reglas que anticipan su próxima resurrección bursátil. La primera es que de los 450 dólares que se pagan por una acción de la empresa que preside Tim Cook casi 150 son el valor de una caja que este año puede superar los 140.000 millones de dólares. La segunda es que casi ninguno de los bancos de inversión que ahora menguan su precio objetivo lo sitúa por debajo del precio de mercado. Y la tercera que por sus títulos se pagan ya sólo diez años de beneficios frente a los 14 del Nasdaq 100. Un 40 por ciento más barata que la media. ¿Cuánto tardará entonces Apple en utilizar su caja para recomprar títulos?