Bolsa, mercados y cotizaciones
Telefónica emite al mayor plazo de los tres últimos años y Popular, con su propio aval
No han tardado en subirse al tren. El mercado de emisiones volvió a arrancar motores la semana pasada, con una colocación de deuda a 5 años por parte de BBVA, y fueron Telefónica y Banco Popular quienes decidieron no desaprovechar la oportunidad que ha abierto la relajación de la prima de riesgo española.
La entidad que preside Ángel Ron colocó 750 millones de euros en bonos a 2,5 años a una rentabilidad del 4% y por los que asumió un coste de 362 puntos sobre la referencia del mercado a ese vencimiento (midswap). Aunque el matiz importante es que la deuda emitida por el banco para financiarse será senior, la que sólo cuenta con la garantía de la propia entidad.
Popular abre así una ventana para la banca mediana española, que no emitía deuda de este tipo desde marzo del año pasado. Precisamente la última colocación de deuda senior entre las entidades medianas la realizó Popular, el 2 de marzo, con la que captó 750 millones. Eso sí, la duración fue de un año y medio y el coste algo más reducido, de 275 puntos sobre el índice de referencia de las emisiones a largo.
A partir de aquel momento, la banca mediana sólo se ha atrevido a salir al mercado a través de cédulas hipotecarias, que ofrecen al inversor tanto el respaldo del banco, como el de la cartera hipotecaria. Popular emitió deuda de este tipo también en marzo, con la que consiguió 600 millones de euros. Sabadell y Bankinter colocaron 500 millones de euros cada uno. El primero se enfrentó a un coste de 375 puntos en septiembre y el segundo pagó 335 puntos adicionales en octubre.
Siguiendo la estela de BBVA, que cubrió la emisión sin problemas y con un 90% de demanda extranjera, Popular también ha contado con un importante reclamo del inversor internacional. En total, el banco recibió peticiones por un valor de 1.300 millones de euros, de los cuáles un 71,6% procedieron del extranjero, principalmente de Alemania y Gran Bretaña.
Estreno a lo grande
Telefónica fue quien dió el pistoletazo de salida para las colocaciones no financieras. Y lo logró a lo grande. La operadora que preside César Alierta cerró una emisión de bonos a 10 años en la que la que el coste fue de 230 puntos sobre midswap, pese a que la indicación inicial estuvo en 250 puntos básicos. El cupón quedó fijado en el 3,987%. "Es el menor cupón al que Telefónica ha emitido en un plazo a 10 años en toda su historia", aseguran fuentes conocedoras de la operación. Está por debajo incluso de la rentabilidad del bono español a 10 años, que cotiza en torno al 5,07%.
La compañía aprovechó la ventana para lanzar su primera emisión de 2013, que se destinará a la refinanciación de los vencimientos de deuda previstos para este año. Esta colocación a 10 años supone el mayor plazo al que se ha financiado una compañía española en los últimos tres años.
En su caso, tampoco hubo preocupación por la demanda. Es más, la emisión estuvo más de 6,5 veces sobresuscrita, al recibir peticiones por en torno a 10.000 millones, con más de un 90% de participación internacional.
Además de las emisiones de Telefónica y Popular, se supo que CaixaBank estaría hablando con bancos colocadores. Iberdrola, Gas Natural, Santander o Sabadell son otras compañías que suelen aprovechar la primera ventana del año para emitir.