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Obama, el presidente que sobrevivió a las urnas tras la crisis económica

  • El 60% de los votantes dijo que la economía fue la clave que influyó en su voto
El presidente de EEUU, Barack Obama.


El presidente Barack Obama volvió a marcar un nuevo hito en los libros de historia de Estados Unidos con su segunda victoria electoral del pasado martes. No sólo se postula como el único mandatario desde Franklin Delano Roosevelt que consiguió la bendición y confianza del electorado norteamericano con una tasa de paro que supera el 7,9% sino que, además, es la primera vez desde 1816 que el país cuenta con tres jefes de Estado que han ocupado de manera consecutiva la Casa Blanca durante dos mandatos cada uno.

El demócrata demostró que sus políticas económicas de estímulo y su posición moderada en temas sociales le han blindado contra el efecto que la crisis y la recesión tuvo en las urnas de otros países de la OCDE, como Italia, Portugal, Francia o España, donde sus respectivos gobiernos no lograron sobrevivir al malestar del electorado.

"Nunca he estado más esperanzado sobre el futuro de América. Y os pido que mantengáis esa esperanza", dijo Obama a la eufórica multitud que celebró su victoria en Chicago, la ciudad que le vio nacer políticamente. "Puede que hayamos combatido encarnizadamente, pero sólo porque amamos profundamente a este país y nos preocupamos encarecidamente por su futuro", añadió mientras hizo un guiño a su oponente político, el republicano Mitt Romney, con quien el presidente quiere reunirse en las próximas semana para saber "dónde podemos trabajar juntos para hacer avanzar a este país".

Precisamente, Romney, quien fue destronado de sus aspiraciones presidenciales antes de lo previsto con sólo 206 votos electorales de los 270 necesarios para alcanzar la Casa Blanca, reconoció que "reza para que el presidente tenga éxito a la hora de guiar a la nación". Un futuro que, a corto plazo, se promete complicado.

Obama, que según los últimos sondeos se hizo con al menos 303 votos electorales, volverá a enfrentarse a un Capitolio ideológicamente dividido. En la Cámara de Representantes, los republicanos mantienen la mayoría con 232 escaños en su poder mientras que en el Senado, los demócratas consiguieron una mayoría holgada, con 53 asientos en la Cámara Alta.

Obama se despertó con el orgullo de haber conseguido ampliar su mandato durante cuatro años más y haber evitado el sambenito de otros predecesores, como Jim Carter cuya carrera presidencial quedó frustrada por la marcha económica del país. Sin embargo, tras el desembolso de más de 6.000 millones de dólares en la campaña electoral y la emisión de 1,2 millones de anuncios electorales, el contexto económico y legislativo de la primera potencia mundial permanece hoy intacto con respecto a la jornada del martes.


La fórmula del éxito

La victoria de Obama en las urnas llegó sorprendentemente respaldada por su labor a la hora de sanar la marcha económica del país. No podemos pasar por alto que el 60% de los votantes dijo que la economía fue la clave que influyó en su voto. La mitad de los ciudadanos culpó al presidente George W. Bush de la profunda recesión y la lenta recuperación mientras que un buen número de votantes dijo que la economía estaba mejorando.

Al fin y al cabo, mientras en el Viejo Continente se opta por la austeridad fiscal, Obama tomó el camino opuesto y ha conseguido que el S&P 500 se revalorice un 76% desde que ocupase la Casa Blanca en enero de 2009 al mismo tiempo que orquestó una salida de la recesión, tras 18 meses de contracción económica. Sus criticados y polémicos estímulos, por valor de más de 787.000 millones de dólares, han conseguido que el PIB del país crezca a un ritmo del 1,7% y que la tasa de paro haya caído hasta el 7,9% desde el máximo del 10% registrado en octubre de 2009. Actualmente, EEUU crea alrededor de unos 150.000 puestos de trabajo al mes.

"Obama merece crédito por haber hecho un buen uso de las herramientas económicas y haber otorgado un mayor protagonismo al gobierno federal", dijo a Bloomberg, Robert McElvaine, historiador de Millsaps College en Jackson, Mississippi, y autor de La Gran Depresión: América, 1929-1941.

De todas formas, los escollos que incomodaron al demócrata durante sus primeros cuatro años en la Casa Blanca aún atormentan al presidente. Obama no podrá celebrar su luna de miel y saborear los réditos del éxito, ya que debe lidiar de forma inmediata con déficits anuales que superan el billón de dólares, meter en cintura la deuda nacional, que alcanza los 16 billones de dólares, reformar una multitud de programas sociales y enfrentar la división del Congreso.

El reto más inmediato de Obama y los legisladores estadounidenses será poner fin al "abismo fiscal", una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que restarán 600.000 millones a la economía a finales de 2012 si el Congreso estadounidense no llega antes a algún acuerdo.