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Destino de gobernador Banco Japón en el aire pese subida de tipos
Juan Antonio Sanz
Tokio, 14 jul (EFECOM).- La suerte del gobernador del Banco de Japón, Toshihiko Fukui, implicado en un escándalo de dudosas inversiones, sigue en el aire a pesar de la histórica subida de tipos de interés que decidió hoy esa entidad emisora nipona.
El Banco de Japón (BOJ) anunció este viernes su primera alza de los tipos de interés en seis años, con una subida del tipo interbancario de 0,25 puntos.
Esta medida era esperada desde que en marzo pasado el BOJ puso fin a su política de relajación monetaria empleada para combatir la deflación crónica que padecía el país desde pasadas décadas y aliviar la crisis originada en las masivas deudas acumuladas por la banca nipona en los años noventa del pasado siglo.
Fukui presidió la reunión de dos días del comité directivo de política monetaria, a cuya conclusión se anunció esa subida de los tipos que revoluciona la política monetaria nipona.
Además, el BOJ aumentó la tasa de descuento oficial que sirve como techo para esos tipos de interés día a día, hasta el 0,40 por ciento desde el actual 0,10 por ciento.
Pero a pesar de la conjunción de la estrategia del Gobierno con la del banco central japonés, el destino de Fukui al frente de la institución sigue siendo una incógnita, dada la repercusión que el escándalo de inversiones en el que se encuentra inmerso ha tenido en la marcha financiera del país.
Aunque el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, afirmó hoy desde Jordania que Fukui no tiene por qué dimitir y debe cumplir su mandato, muchos expertos en finanzas y bolsa insistieron en que su salida del Banco de Japón es si cabe más necesaria ahora, cuando la entidad emisora nipona inicia una nueva andadura.
"Un cambio en la dirección del banco central podría comprometer la estabilidad de la política monetaria a corto plazo, pero, en cambio, ayudaría al BOJ a restaurar la confianza del mercado y el público a largo plazo", dijo Hiromichi Shirakawa, economista jefe de Crédit Suisse Securities en Japón.
El propio Fukui respondió hoy de una manera un tanto desabrida a la prensa cuando le interrogaron sobre su futuro en la rueda de prensa en la que explicó la subida de los tipos de interés.
Aunque reiteró sus disculpas por lo ocurrido, sin embargo, subrayó que no tiene intención de dimitir hasta cumplir con su mandato de cinco años, que concluye en marzo de 2008.
El escándalo en torno a Fukui saltó cuando se supo que el Gobernador del BOJ había invertido en el fondo dirigido por Yoshiaki Murakami, uno de los gestores financieros más famosos de Japón.
Murakami fue encarcelado el pasado 5 de junio por su implicación en la compra entre 2004 y 2005 de acciones de la emisora Nippon Broadcasting, tras recibir información bursátil privilegiada de Livedoor, empresa de internet que intentaba absorber parte de esa cadena de radio.
Los directivos de Livedoor fueron detenidos en enero por falsificación de resultados y están en libertad bajo fianza tras protagonizar otro escándalo financiero que sacudió los mercados en Japón.
El Fondo Murakami, que administra unos 400.000 millones de yenes (3.571 millones de dólares) y fue fundado por ese ex funcionario del Ministerio de Industria y Comercio, también recibió inversiones en 1999 de Fukui.
Aunque el gobernador del Banco de Japón ha declarado que no buscaba lucro sino apoyar a su amigo Murakami (ya en libertad bajo fianza), se ha sabido que su inversión de 10 millones de yenes (87.000 dólares) tuvo una rentabilidad anual de un 20 por ciento y sus beneficios excedieron el doble del capital inicial.
"Hay un gran problema en el hecho de que Fukui siga trabajando como jefe del BOJ, pues el mercado ya ha comenzado a interpretar que el Gobierno lo está protegiendo en este escándalo", dijo a la agencia Kyodo el experto Takehiro Sato, de Morgan Stanley Japan.
Según explicó también a Kyodo el analista de Crédit Suisse Hiromichi Shirakawa, el actual gobernador del Banco de Japón podría seguir en su puesto aún unos meses, pero no más allá de septiembre, cuando Koizumi, el responsable de su nombramiento, deje la dirección del Partido Liberal Demócrata (PLD) y del propio Gobierno. EFECOM
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