Bolsa, mercados y cotizaciones

Elvira Rodríguez se compromete a que el inversor vuelva a confiar en la CNMV



    La nueva presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tomó ayer posesión de su cargo con el propósito de recuperar la confianza de los inversores y acelerar la convergencia de las prácticas supervisoras a nivel internacional.

    Elvira Rodríguez, que ocupa el puesto de Julio Segura desde el pasado 6 de octubre, contará con Lourdes Centeno como vicepresidenta del órgano regulador para hacer frente a asuntos tan importantes como el fin del veto sobre las posiciones cortas -fechado como máximo para el próximo 23 de octubre- y el control de los llamados productos complejos.

    Aunque calificó de "reto único" su nueva andadura profesional, Elvira Rodríguez reconoció que "es un desafío que produce cierto vértigo" puesto que la CNMV es un organismo joven en relación con otras instituciones del Estado, y "se nos va a exigir trabajar como relojes bien ajustados". La ex diputada del PP y también presidenta de la Comisión de Economía del Congreso reconoció que la actual situación económica del país ha llevado a muchos a perder la confianza en el funcionamiento del sistema al considerar "que les estamos fallando, que no desempeñamos nuestra labor de una manera adecuada".

    "La crisis ha motivado, en muchos casos sin fundamento pero en algunas ocasiones justificadamente, el descrédito de las instituciones del Estado. Por eso es esencial trabajar para poner en valor las funciones que desempeñamos, aunar esfuerzos para que la percepción negativa que los ciudadanos puedan tener del trabajo que se realiza se convierta en una confianza renovada hacia la respuesta de los poderes públicos ante sus necesidades", afirmó Elvira Rodríguez en su discurso tras la toma de posesión del cargo.

    Velar por el inversor

    La nueva presidenta de la CNMV dijo que lo que hace que el trabajo que tiene encomendado el organismo sea "apasionante" es que "los inversores puedan llevar acabo las decisiones que estimen oportunas con la garantía de que lo hacen, al menos, en igualdad de condiciones con aquellos en los que invierten".

    El acto contó también con la intervención del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien quiso recordar que dos de las funciones de la CNMV son asegurar "el buen funcionamiento de los mercados de capitales y financieros y la defensa de los nuevos ahorradores" para ser conscientes de que en todo componente financiero hay que tener en cuenta tanto la rentabilidad como el riesgo. Asimismo, De Guindos aseguró que el Gobierno colaborará con la CNMV en la elaboración de nuevos productos y mercados, puesto que a su juicio son necesarias nuevas fuentes de financiación, más allá de los créditos bancarios, para los grandes emisores y las pequeñas y medianas empresas.

    Coordinación internacional

    En la nueva era del regulador bursátil, Elvira Rodríguez también subrayó la importancia de la coordinación internacional entre organismos. "Las entidades tienen cada vez más un carácter transnacional y los flujos de capital se mueven libremente por los distintos países", dijo. Una evidencia por la que, a su juicio, "es fundamental acelerar la convergencia de las prácticas supervisoras y evitar el arbitraje regulador y supervisor".

    Consciente de la existencia de estas grietas, la nueva presidenta apostó por seguir con "la participación en organismos como la Autoridad Europea de Mercados Financieros (ESMA, por sus siglas en inglés), a nivel europeo, e IOSCO (Organización Internacional de Comisiones de Valores), a nivel mundial". "Es el cauce más adecuado", apuntó.