Bolsa, mercados y cotizaciones
El Ibex 35 se trastabilla con la debilidad de los bancos españoles
No hay duda: España ha vivido semanas mejores. La que terminó tuvo de todo... menos cosas positivas. La primera mala nueva la proporcionó el Fondo Monetario Internacional (FMI), que entre el lunes y el martes ensombreció aún más el horizonte. Primero revisó a la baja sus previsiones sobre la economía española para el próximo año: si antes consideraba que la contracción alcanzaría el 1,2%, ahora la sitúa en el 1,3%, un pronóstico muy alejado del manejado por el Gobierno, que contempla una caída del 0,5% en 2013.
Además, advirtió de que en una situación extrema -si Europa no adopta medidas rápidas y España no pide ayuda financiera a sus socios- la economía podría caer un 3,2% durante ese año y la prima de riesgo podría dispararse hasta los 750 puntos básicos.
Al FMI le tomó el relevo el miércoles la agencia Standard & Poor's (S&P). Esta firma, que fue la primera en rebajar el rating español allá por enero de 2009, volvió a dar un tijeretazo a la calificación del Reino de España. La rebajó en dos escalones, desde BBB+ hasta BBB-, es decir, un aprobado raspado. Sólo queda a un paso del suspenso; esto es, de la categoría de bono basura, que es la que identifica a los emisores menos fiables. Y la agencia podría dar ese paso en el futuro, porque además mantuvo una perspectiva "negativa" sobre la deuda española, con lo que dejó la puerta abierta a un nuevo recorte de la calificación.
De este modo, el FMI y S&P sembraron aún más desconcierto en un escenario ya de por sí incierto. Una ceremonia de la confusión en la que la zona euro está quedando retratada -para mal-. Porque ya no es que haya dudas con respecto a si el Gobierno pedirá o no el rescate, que es el requisito que exige el Banco Central Europeo (BCE) para comenzar a comprar deuda española, sino que lo que sigue abierto es la ejecución real del rescate de la banca. Pedido a comienzos de junio, perfilado en la Cumbre Europea de finales de ese mismo mes y firmado en julio -en el denominado Memorándum de Entendimiento-, tres meses después todavía no está cerrado por completo. España quiere evitar que ese crédito compute como deuda pública, para lo cual resulta preciso progresar en la Unión Bancaria y crear un supervisor único, algo que a lo que el núcleo duro de la eurozona -Alemania, Holanda y Finlandia- se opone, pese a que en junio apoyó lo contrario.
Mandan las ventas
A la espera de si el Consejo Europeo de los días 18 y 19 de octubre arroja respuestas para estas incógnitas, las ventas se han impuesto en los parqués en las últimas sesiones. En el caso del Ibex 35, ha sufrido un descenso semanal del 3,8% -incluido el 1,0 % que cedió el viernes-, hasta los 7.652,4 puntos. Como mínimo consuelo, logró mantener con apuros el soporte de los 7.650 puntos en el cierre semanal.
Por valores, el protagonismo ha recaído en los bancos. Y no para bien, porque ninguna entidad ha esquivado los números rojos. La peor parte se le ha llevado la banca mediana: Bankia ha perdido un 16,4%; Popular, un 12,6%; Bankinter, un 10,8%; y el Sabadell, un 6,6%. Entre las grandes entidades los descensos han sido menos intensos, pero tampoco se han librado de las caídas: el Santander ha cedido un 5,3%; BBVA, un 4, %; y CaixaBank, un 2,6%.
Al margen del sector financiero, el resto de los pesos pesados del Ibex también ha encajado descensos. Los títulos de Inditex han retrocedido un 2,7% y los de Telefónica, que el viernes anunció la venta de su filial de atención al cliente Atento, un 4,4%. Pese a esta venta, S&P situó a la teleco española en vigilancia "negativa", con lo que podría recortar su rating, situado en BBB. Otra evidencia del tono bajista de la semana se encuentra en que únicamente cinco valores del índice han terminado en positivo. Los más destacados han sido los avances de Dia e Indra, con avances del 3,6 y el 3,4%, respectivamente. Arcelor, Enagás y Gas Natural han sido el resto de compañías que han visto subir su cotización.
Pero las ventas no han sido exclusivas de España. Los parqués europeos también se han llenado de descensos, con pérdidas que han oscilado entre el 1,3% del británico Footsie 100 y el 2,3% del italiano FT/Mib. Y lo mismo ha ocurrido en Wall Street, donde los retrocesos semanales del Dow Jones y el S&P 500 han superado el 2%.
Eso sí, a diferencia de la renta variable y pese a todos los obstáculos, la deuda pública ha salvado la semana con menos dificultades. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años bajado de hecho al 5,63%, prácticamente en los mismos niveles que el viernes anterior, cuando acabó en el 5,69%. Al mismo tiempo, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, sólo ha repuntado de los 417 a los 418 puntos.