Bolsa, mercados y cotizaciones
El mercado tropieza pero los analistas de Wall Street mejoran sus previsiones, ¿por qué?
- La fe en los bancos centrales y los precedentes alimentan el optimismo
Los estrategas de Wall Street están encantados con el mercado, y están elevando sus precios objetivos aunque el futuro del mercado está lleno de campos de minas. Piper Jaffray se puso al frente de las tropas alcistas ayer al emitir unas proyecciones que sitúan al S&P 500 en 1.550 puntos en seis meses, 1.700 en doce meses y un increíble 2.000 dentro de dos años.
Con Europa en recesión, con EEUU amenazado por la subida de impuestos y los recortes de gastos del llamado abismo fiscal y con el crecimiento mundial ralentizándose, estas previsiones parecen demasiado ambiciosas y dependen de un mundo virtualmente perfecto en cuanto a las políticas que se van a adoptar.
"El sesgo es claramente alcista, pero poner un precio objetivo en estos momentos es muy peligrosos dad la importancia de los políticos", según Dan Greenhaus, estratega jefe global de BTIG.
Optimismo generalizado
Sin embargo, Piper Jaffray no está en absoluto solo en su optimismo. Standard & Poor's/Capital IQ acaba de elevar su precio objetivo para el S&P 500 a 1.500 puntos, JP Morgan espera que el índice alcance 1.475 a principio de noviembre y los niveles de sentimiento de los inversores finalmente están dejando los niveles bajistas que hemos visto durante casi todo el año. La American Association of Individual Investors recoge un 41% de alcistas, la primera ruptura de la media de largo plazo del 39% desde marzo.
¿Cuál es la causa de todo este optimismo? El rally actual desde los mínimos de principios de junio se explica primeramente por la confianza en que los bancos centrales, tanto en Europa como en EEUU, están a punto de impulsar sus economías con una mayor relajación monetaria para estimular el crecimiento económico.
Pero también hay otras razones. El presidente de Piper Jaffray, Craig Johnson, apunta a las semejanzas históricas de la tendencia bajista actual de los últimos 13 años con el comportamiento del mercado hace 35 años. Estas semejanzas incluyen una consolidación de largo plazo, bajos volúmenes de negocio y subida de la rentabilidad de los bonos.
Johnson espera que la caída de las materias primas, la mejora de los beneficios y una recuperación liderada por el mercado inmobiliario impulsen la bolsa. "La historia sugieren que se dan las condiciones para que el mercado en su conjunto rompa por fin sus máximos y, en consecuencia, una nueva tendencia alcista puede estar más cerca de lo que cree la mayoría de los inversores", según este estratega. "Los paralelismos de la actual tendencia bajista con la de los años 70 cuando llegó a los 80 sugieren que estamos en la parte final de la tendencia", añade.
El mercado se encuentra en los mismos niveles de hace 13 años y el volumen está registrando una media de 5.700 millones de acciones en agosto, el peor de los últimos cinco años. Y los bonos del Tesoro han visto subir su rentabilidad desde sus mínimos históricos, con un alza de la del bono a 10 años desde el 1,43% en julio hasta el 1,68% ayer.
El sentimiento sigue siendo negativo pese a la mejora de la encuesta de la AAII y el dinero sigue saliendo de los fondos de bolsa para entrar en los de deuda, ya que los inversores no creen que la bolsa vaya a ser capaz de sortear los numerosos peligros macro que la acechan. "La historia y el análisis técnico parecen de acuerdo, mientras que las preocupaciones macroeconómicas y los fundamentales mantienen a la gente fuera del mercado", concluye Sam Stovall, estratega jefe de S&P.