Bolsa, mercados y cotizaciones
La prima de riesgo baja a 508 puntos y el interés del bono español al 6,6%
Los inversores siguen sin pronunciarse con claridad a la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) dé un nuevo paso. Aunque a falta de novedades y con el poco volumen de negociación de las últimas semanas, la deuda soberana española continuó disfrutando de jornadas apacibles. Ayer, la prima de riesgo cerró su tercera sesión de caídas, hasta descender a los 508 puntos básicos, 18 puntos menos que en la jornada anterior y su nivel más bajo en el último mes y medio.
Esta relajación llegó desde primera hora de la mañana. En el mercado de renta fija, las compras se impusieron bien temprano en la deuda de países como España o Italia, mientras que las ventas se centraron en los bonos alemanes o franceses -entre otros-, es decir, que los inversores se decantaron ayer por una alta rentabilidad frente a asumir menos riesgo.
Precisamente el cierre de posiciones en bonos germanos a diez años, los que son considerados más seguros dentro de la zona euro, permitió que el diferencial entre esta deuda y la española del mismo vencimiento se estrechase. Y es que la rentabilidad del bund -que sube cuando el precio cae arrastrado por las ventas- se elevó desde el 1,46 hasta el 1,56 por ciento, su nivel máximo desde finales de junio.
Hace menos de un mes que el rendimiento del bono alemán a diez años tocaba sus mínimos históricos, desde la creación del euro, en el 1,167 por ciento.
Lo contrario sucedió con los bonos españoles a una década. El interés que exigieron los inversores a estos títulos descendió hasta el 6,64 por ciento, desde el 6,73 del día anterior. Esta semana la rentabilidad de la deuda a diez años se ha relajado en 26 puntos básicos con lo que baja 98 puntos desde su máximo anual, marcado el 24 de julio en el 7,62 por ciento.
Esta menor presión sobre la deuda permite a la prima de riesgo española alejarse en 130 puntos básicos de sus niveles más altos. La que todavía se beneficia de la falta de novedades es la deuda a más corto plazo. La curva de rentabilidades, en la que el interés exigido aumenta a medida que se eleva el plazo de vencimiento, sigue recuperando su forma natural, después de que los inversores llegasen a pedir hace sólo unas semanas prácticamente el mismo rendimiento por un bono español a diez años que por uno idéntico a dos años.
Ahora las rentabilidades de la deuda a dos y tres años se alejan incluso del 5 por ciento, después de que la semana pasada regresaran las ventas. Ayer, el interés del bono a dos años retrocedió al 4,14 por ciento y el de vencimiento a tres años quedó en el 4,9 por ciento.
Más signos de calma
Los mercados se mantienen a la espera de que en septiembre se retome el camino para solucionar la crisis de deuda soberana que aparcaron a finales de julio tanto el BCE como los Gobiernos de los países afectados. Mientras, dan por hecho que España e Italia pedirán un rescate y ayer no recogieron que Grecia tenga que reclamar a Bruselas prorrogar la devolución de la ayuda dos años más, hasta 2016. Así, pese a esta petición, los inversores se mostraron menos recelosos con la deuda de países como España. Ésto se apreció también en la relajación de los seguros con los que se protegen ante el caso de impago (CDS, por sus siglas en inglés).
El CDS español retrocedió hasta los 492 puntos, con lo que se quedó en mínimos de principios de julio y se distanció por segundo día consecutivo del umbral de los 500 puntos básicos. Se separa también del máximo que tocó tras la última reunión del BCE, cuando superó los 640 puntos básicos.
En Italia, más tregua
De la misma tranquilidad gozó la deuda soberana italiana. El sobrecoste que se exigió en el mercado secundario -en el que se intercambian los títulos después de ser subastados- a los bonos a una década del país transalpino frente a sus homólogos alemanes se estrechó en 16 puntos, hasta los 420 puntos básicos.
Además de la subida en el interés del bono germano, en este caso la relajación del riesgo país también llegó gracias a la caída en la rentabilidad de la deuda italiana. El rendimiento de los títulos a diez años descendió al 5,77 por ciento y ya suma siete sesiones sin tocar el 6 por ciento.