Bolsa, mercados y cotizaciones

La peor sequía en EEUU desde 1956 deja a los cereales en precios récord

  • En julio la harina de soja, la soja y el maíz pulverizan sus anteriores máximos
  • En un mes los precios de varias materias blandas aumentaron entre un 30% y un 50%


Las tormentas que azotan a los mercados financieros no sólo dejan soplar sus vientos en el ámbito de la renta variable y de la renta fija. Las materias primas también se están viendo sometidas a múltiples vaivenes que se están dejando notar, y mucho, en productos tan básicos como los cereales y las oleaginosas.

Una implacable combinación formada por la que los meteorólogos consideran que va a ser la peor sequía en EEUU desde 1956, unido a la especulación en las materias primas blandas, ha provocado que los precios del maíz el trigo y la soja se hayan disparado entre un 30 y un 50% en el último mes. Es más, los anteriores máximos históricos de la harina de soja, la soja y el maíz han caído como fichas de dominó.

En concreto, la sucesión de los acontecimientos comenzó el 7 de julio, cuando la harina de soja rebasó su anterior récord de 2008 en los 456,80 dólares por tonelada métrica para actualmente cotizar en los 528. Apenas 11 días después le siguió la propia soja, al rebasar el anterior récord de 1.663 dólares por fanega, y actualmente tiene un precio de 1.717,25. El último fue el maíz, que el pasado jueves batió su anterior máximo histórico en los 799,75 dólares por fanega y ahora cotiza en los 817.

Y no parece que vaya a parar ahí la cosa, ya que una nueva víctima se atisba en el horizonte. Se trata del trigo. No en vano, en la sesión de ayer culminó la jornada en los 926 dólares por fanega que aunque sigue bastante alejado de su máximo histórico situado en los 1.334,50 dólares, las condiciones climáticas en EEUU, y sobre todo las próximas cosechas que se esperan en Rusia, abren la puerta a que el precio récord de esta commodity sea la próxima ficha en caer.

Saltan las alarmas

Hasta hace poco se pronosticaba una cosecha mundial de trigo levemente menor, pero todos los expertos pensaban que sería compensada por una producción récord de maíz. Pero la sequía en EEUU ha eliminado de un plumazo toda previsión optimista. Desde principios de junio, las grandes llanuras agrícolas estadounidenses están expuestas a temperaturas extremas y a una severa falta de agua, lo que daña los cultivos, principalmente de maíz y soja.

Es más, las noticias que llegan de EEUU son cada vez más alarmantes. Los expertos estiman que la canícula podría durar todo el verano e incluso llegar a octubre, socavando por lo tanto un poco más el potencial de los cultivos y empujando probablemente los precios hacia niveles nunca vistos.

En concreto, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos proyecta en julio una producción mundial de trigo a 2012 y 2013 de 665,3 millones de toneladas, poco más de 29,4 millones de toneladas por debajo de lo estimado para la campaña anterior 2011/12 y cerca de 6,8 millones de toneladas inferior a lo estimado en el mes de junio.

De la producción total, se calcula que se dedicarán al comercio internacional 135,55 millones de toneladas, un 9,2% menos respecto a los 149,22 millones de toneladas que se exportaron en la campaña anterior.

"Hace unas semanas éramos optimistas, pero la situación se dio vuelta de golpe y ahora estamos inquietos", reconoció Abdolreza Abbassian, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). No obstante, el experto confía en que, pese a la alarmante situación la burbuja en el trigo y en el resto de materias primas blandas no sea tan drástica como la que se vio en 2008. "Tendremos una temporada difícil, pero si no se degrada más, podríamos evitar la situación de 2008", estimó Abbassian. Sea como fuere, EEUU es un actor de primer orden en el mundo agrícola y las condiciones climatológicas que afecten a sus cultivos se trasladan inmediatamente al resto del globo. No en vano, este país produce más de la mitad de las exportaciones de maíz en el mundo, un cuarto de las de trigo y un tercio de las de soja. Sin embargo, no es esta economía la que más repercute en los vaivenes que en los últimos años está registrando el trigo. Quien más incide en la volatilidad de su precio es Rusia. Al ser tradicionalmente uno de los principales exportadores, pero en el que el volumen de trigo que destina para el comercio internacional sufre las mayores oscilaciones.

Para el presente ejercicio se espera que las exportaciones rusas de trigo sean de 12 millones de toneladas, un 44% menos respecto a las 21,3 millones que exportó durante el periodo anterior. Además, este volumen supuso un 435 por ciento más de las exportaciones que hizo este país durante la campaña precedente, que fueron de sólo 3,98 millones de toneladas resultado de una fuerte sequía que azotó los campos. A su vez, este montante fue un 78,5% inferior a las exportaciones en el ejercicio de 2009/10. Una fuertes oscilaciones en estos ejercicios que han repercutido en el precio del trigo y que en la actual campaña repercutirá, tal y como adelantó el International Grain Council en su último informe, al ser Rusia históricamente el cuarto mayor exportador de este cereal.