Bolsa, mercados y cotizaciones
Irlanda vuelve al mercado de deuda por primera vez desde su rescate
Irlanda comienza a engrasar la maquinaria para su regreso a los mercados internacionales de deuda. Aunque el retorno a las operaciones ordinarias no está previsto hasta finales de 2013, el país afronta mañana su primera cita con los inversores desde el rescate solicitado el 21 noviembre de 2010.
Por el que el otrora conocido como el Tigre Celta se vio obligado a solicitar 64.000 millones de euros para salvar una economía que se había visto arrastrada a la debacle después de intentar por sus propios medios rescatar un sistema financiero varias veces superior a su Producto Interior Bruto (PIB).
Mucho han cambiado las cosas desde entonces y ayer, en un nuevo símbolo de la saludable evolución desde entonces, la Agencia Nacional de Gestión del Tesoro (NTMA, en sus siglas en inglés) preparó la venta en subasta de certificados del Tesoro por valor de 500 millones de euros a 3 meses. Un hito para el Gobierno, puesto que se trata de la primera vez en casi dos años que el Estado promueve una operación de esta naturaleza, y una oportunidad para comprobar la confianza que genera esta Irlanda post-rescate, a la que sus acreedores internacionales le reconocen el esfuerzo emprendido por hacer los deberes.
Convergencia con España
No en vano, la mejoría de los datos macroeconómicos de Irlanda, que en 2011 consiguió reducir su déficit público en 18 puntos porcentuales pasando del 31,3 al 13,1 por ciento gracias a que el fondo de recate se hizo cargo de las necesidades de sus sistema bancario, se ha trasladado a la rentabilidad de su deuda y a su riesgo país.
Tanto es así que en estos momentos el CDS de Irlanda se sitúa en los 505 puntos básicos, a solo 12 puntos de diferencia con el seguro contra impagos de España -que por primera vez desde mayo cayó de los 500-, lo que supone una de sus distancias más cortas desde que la Isla Esmeralda solicitó la ayuda.
Pero no sólo en ese ámbito se han estrechado las diferencias. En las últimas sesiones las rentabilidades que en los mercados secundarios de deuda se exige tanto a la deuda irlandesa como a la española a igual vencimiento se han homogeneizado y en algunos casos, esa convergencia se a decantado a favor de las obligaciones financieras de Irlanda. De hecho, los inversores exigen a este país un interés inferior al de España tanto en su deuda a 15 a ños y el mismo a 5 años. En concreto, por la deuda a un lustro a estos dos países se les exige un rendimiento del 5,36 por ciento. Mientras que a una quincena los inversores compran obligaciones de Irlanda a cambio de una rentabilidad del 6,17 por ciento, frente al 6,74 por ciento que exigen a España.
Una convergencia que, por un lado, se prevé que tenga continuidad, ya que el acuerdo alcanzado la pasada semana en Bruselas, que permite a los miembros de la Unión Europea desvincular la deuda bancaria de la soberana, ha facilitado un balón de oxígeno general que Irlanda y España disfrutan en particular. Por otro esta se ha producido por dos causas según los expertos, una de ellas que la economía irlandesa después de adoptar un ajuste de 15.000 millones y recapitalizar sus bancos salió del pozo en la primera mitad del año pasado con tasas de crecimiento del 1,6 por ciento.
Pero sobre todo, ha influido el deterioro de la situación macroeconómica en España, que se ha traducido en un fuerte encarecimiento en sus costes de financiación y en un repunte de las rentabilidades de su deuda que aunque se han moderado continúan siendo elevadas.