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Diálogo de Nissan y GM centra atención del analistas y mercados



    Gonzalo Robledo

    Tokio, 7 jul (EFECOM).- El diálogo para una alianza entre Nissan-Renault y General Motors centra la atención de analistas e inversores, dada la escala colosal de un acuerdo que daría lugar a un consorcio que controlará un cuarto del mercado mundial del motor.

    Ayer, la junta de General Motors aprobó el inicio de las discusiones para un acuerdo con Nissan y Renault, quedando abierta la fecha para la primera reunión a partir de la próxima semana.

    Aunque se prevé que las discusiones incluyan desarrollo conjunto de tecnologías, cooperación en negocios y alianza de capital, entre los inversores prevalece la incertidumbre por el tipo de compromiso resultante.

    Los temores a las dificultades de una alianza multinacional y "multicultural" fueron amortiguados por la presencia de Carlos Ghosn, presidente de Nissan-Renault y ejecutivo de origen libanés, nacido en Brasil, educado en Francia y con experiencia laboral en Estados Unidos.

    Su prestigio como "verdugo de los gastos" (según el mote "Le Cost Killer"), y la habilidad de reflotar empresas en crisis demostrada con Michelin, Renault y Nissan, le han ganado la categoría de "gurú empresarial" a la que se añade un fuerte carisma mediático.

    En Japón,sus seguidores son legión pero, al mismo tiempo, lo son los críticos de sus métodos calificados de drásticos y que contrastan con la tradición administrativa que practica Toyota, su principal rival.

    Toyota defiende prácticas que fueron eliminadas de forma expeditiva por Ghosn, como el empleo vitalicio y los lazos de fidelidad con los proveedores de componentes.

    Al ser la primera empresa japonesa en beneficios, Toyota es señalada a menudo como una confirmación de la validez de las prácticas corporativas tradicionales y se anteponen a los métodos importados de Ghosn, admirado como un caso exitoso pero exótico.

    Por otra parte, la alianza tripartita Nissan-Renault-GM se interpondrá de forma directa a las pretensiones de Toyota de ser la primera empresa automovilística mundial.

    Toyota fue la primera empresa nipona en generar dividendos para sus accionistas en el año fiscal 2005, con un alza en los beneficios del 37 por ciento respecto al ejercicio anterior.

    Aunque Nissan aumentó un 20 por ciento sus dividendos en ese mismo año, el socio de Renault cayó del segundo al tercer lugar en el escalafón de las diez primeras en compensación a sus accionistas.

    Las estadísticas más recientes del motor en Japón, que señalaron el aumento de popularidad de los vehículos pequeños (provocado entre otros factores por el alza de los combustibles) mostraron además que el Corolla de Toyota, fue el primero en ventas en ese período.

    Hasta la noticia de un posible diálogo con GM, las acciones de Nissan se beneficiaban de la euforia compradora en Tokio donde se incrementaban las compras en espera de un rebote técnico.

    Sin embargo, la incertidumbre que genera la alianza se tradujo en cautela negociadora, según analistas bursátiles.

    El diario económico Nihon Keizai presentó una negociación hipotética según la cual si la capitalización actual de GM es de unos 1,9 billones de yenes (16.380 millones de dólares), Nissan necesitará solo 200.000 millones de yenes (1.724 millones de dólares) para hacerse con el 10 por ciento de participación.

    El rotativo añade que la principal diferencia entre las dos partes radica en sus respectivos calendarios ya que Nissan y Renault intentarán una estrategia a largo plazo mientras que GM necesita recortar sus gastos cuanto antes.

    Sin llegar a crear marcas comunes con GM, la reducción de costos por medio de la compra conjunta de componentes beneficiará a Nissan en sus aspiraciones globales y dará al gigante estadounidense los primeros auxilios que requiere con urgencia, dicen los expertos. EFECOM

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