Bolsa, mercados y cotizaciones
El Ibex aprovecha la caída de la prima de riesgo para alejarse de sus mínimos
¡Y la luz se hizo! Los mercados europeos disfrutaron ayer de una jornada de lo más placentera, algo inusual en los convulsos tiempos actuales. La calma llegó a todos los rincones; a la bolsa e incluso a la deuda pública periférica. Un respiro, en medio de la tormenta, que se alimentó de expectativas.
Las que envuelven a la Cumbre que celebrarán hoy los líderes europeos en Bruselas, en la que intentarán desatascar el debate entre la austeridad y el crecimiento, y las que rodean igualmente al Banco Central Europeo (BCE), del que se espera que retome las compras de bonos en el mercado ante el vendaval de presiones que está recibiendo para que lo haga. Hasta el presidente de los EEUU, Barack Obama, ha alzado su voz para reivindicar que la institución presidida por Mario Draghi adquiera deuda de España e Italia para, de ese modo, aliviar la tensión que están sufriendo.
Estas expectativas, unidas al anuncio de China de que llevará a cabo nuevos proyectos de infraestructuras, con lo que eso supone para muchas compañías que tienen negocio en territorio chino, y a un buen dato de venta de viviendas de segunda mano en EEUU fueron razones más que suficientes para explicar el fuerte rebote que experimentaron las bolsas. El Ibex, sin ir más lejos, repuntó un 2,10 por ciento hasta los 6.661 puntos, alejándose así en más de un 2 por ciento de sus mínimos anuales en una sesión en la que sólo tres de los 35 valores cotizaron en negativo (Bankia, ACS y Mediaset). "A precios actuales ya se descuentan casi todos los peores escenarios y en un contexto de bolsas globales alcistas es menos planteable ser tan catastrofista con nuestro mercado", afirma Miguel Paz, de Unicorp.
De hecho, la subida de ayer permitió al índice español superar su resistencia de los 6.625 puntos, el máximo del viernes, aunque Joan Cabrero, analista de Ecotrader, advierte de que pese a la subida, "la intensidad del rebote es pequeña si se tiene presente la verticalidad de las últimas caídas y la elevada sobreventa existente".
La bolsa no fue el único mercado que irradió un cierto optimismo. Esta vez, la esperanza de que la eurozona pase a la acción llegó incluso hasta la deuda pública. Las compras regresaron a los bonos periféricos, con el consiguiente descenso de los rendimientos, que bajan cuando el precio de los títulos sube. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años cayó del 6,28 al 6,08 por ciento y la de los italianos, del 5,79 al 5,58 por ciento. A su vez, estas bajadas propiciaron la mayor caída en un mes de sus respectivas primas de riesgo, que miden la diferencia entre la rentabilidad que los inversores exigen a los bonos españoles e italianos a 10 años y la que piden a los títulos alemanes con igual vencimiento. Ayer, esta brecha se moderó de los 484 a los 461 puntos básicos en el caso de España y de los 436 a los 411 puntos básicos para Italia.
Aceptable subasta
El respiro del que disfrutó la deuda española se produjo además después de que el Tesoro Público saldara con un resultado aceptable la subasta de letras a 3 y 6 meses que realizó ayer. Captó 2.526 millones de euros, por encima del objetivo máximo, establecido en los 2.500 millones de euros.
Más allá de superar el límite, lo mejor provino de la demanda, puesto que los inversores respaldaron la colocación. En conjunto, las peticiones ascendieron a 10.331,4 millones, con lo que cuadruplicaron la cantidad emitida. Al mismo tiempo, la elevada demanda hizo posible que el repunte de los intereses no fuera tan pronunciado como se preveía. La rentabilidad media de las letras a 3 meses subió al 0,84 por ciento, desde el 0,63 por ciento de abril; y la de las letras a 6 meses pasó del 1,58 por ciento de abril al 1,73 por ciento.