Bolsa, mercados y cotizaciones

Banca española: más sombras que luces



    La nacionalización de Bankia y las exigencias adicionales de capital del gobierno en la que es su segunda reforma bancaria desde que ha llegado al poder ponen a los bancos cotizados españoles todavía más contra las cuerdas, en un momento en que las mejores recomendaciones son las de mantener, y sólo la conservan tres entidades.

    La semana que termina lo hace con una saturación informativa sobre Bankia, que acaba con un 45 por ciento de su capital en manos del Estado y con la recomendación de venta más fuerte por parte del consenso de mercado desde su salida a bolsa. Es, asimismo, la recomendación de venta más clara para el consenso del mercado de todo el Ibex 35.

    Pero, puestos a hacer balance del resto de la banca cotizada española, la situación del sector tampoco está para tirar cohetes. Después de la de Bankia, el segundo consejo de venta de mayor peso dentro del selectivo español es la que ostenta Popular; salvo un breve espejismo el año pasado, lleva siendo un vender desde octubre de 2010. También son recomendaciones de venta con solera las de Sabadell y Bankinter, pues la media de bancos que sigue su evolución en bolsa llevan poniéndolas en el farolillo rojo desde 2007 en el caso del primero y desde 2004 en el del segundo, que esta semana curiosamente ha experimentado una subida del 4,1 por ciento en su valoración (ver página 21).

    Incluso hay carteles de venta dentro de los tres grandes, pues la media de firmas de inversión aconseja salir del capital de CaixaBank, con un precio objetivo de 3,5 euros que indica que, con todo, los analistas estiman que sus acciones están cotizando más de un 40 por ciento por debajo de su valor en el mercado.

    Así pues, dentro de la banca española, sólo los grandes de verdad se salvan... con matices. Santander y BBVA ostentan consejos de mantener por parte del consenso de mercado. Claro está que la diferencia de los gigantes de la banca española frente a la competencia mediana reside en la fortaleza de su negocio allende las fronteras españolas (Santander, con menos del 10 por ciento de su negocio en nuestro país) y en un balance menos debilitado por la presencia de activos tóxicos. De hecho, en la Morningstar Investment Conference, que se celebró el pasado jueves en Madrid, desde Aviva afirmaron que, en el caso del BBVA, el peso del negocio español vale cero en su cotización. Al margen de estas consideraciones, el dato curioso que resulta del repaso a las recomendaciones del sector es que Banesto es el único valor del sector - y además, del Mercado Continuo- que comparte el mantener con Santander y BBVA.

    Cambios a la vista

    Sin embargo, la fotografía del sector bancario español todavía puede adquirir más luces y sombras, tras las medidas anunciadas en el último Consejo de Ministros. Después de elevar el Gobierno del 7 al 30 por ciento el ratio de provisiones exigido a los bancos, sólo se podrán acoger a préstamos públicos aquellas entidades que después de publicar sus cuentas no cumplan el ratio de solvencia. Y en el caso de solicitar dinero del Estado, los préstamos (que se harán vía bonos convertibles en acciones) se concederán a un tipo de interés del 10 por ciento, según precisó Luis de Guindos, ministro de Economía. En resumidas cuentas, los primeros cálculos estiman que las entidades españolas tendrán que provisionar otros 30.000 millones de euros para cubrir el deterioro de activos problemáticos.

    Esta segunda reforma financiera impulsada por el Gobierno del PP llega en un momento en que, sin excepción, todos los bancos presentan abultadas pérdidas en bolsa. Santander es el que presenta mejor comportamiento -cede un 13,56 por ciento en el año- y Bankia el peor, con un recorte en torno al 40 por ciento en el mismo periodo que ha llavado incluso a la Asociación de Accionistas Minoritarios a pedir a la CNMV para que suspenda su cotización.

    El anuncio llega también en un momento en el que quien más y quien menos ya ha realizado movimientos corporativos. En este contexto, los expertos mantienen dudas sobre quién puede quedarse con el negocio de Bankia. Desde IG Markets, Soledad Pellón afirma que sólo podría sacar ventaja la banca mediana, y señala que "Popular podría estar interesado". Marc Battlé, consejero de Elcano Sicav, difiere al afirmar que "quien se quede [con Bankia] comete un gran error, porque se queda con un negocio que acabará siendo del resto de los bancos".