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¡Fin del pagaré más rentable! Popular baja el interés al 4%

  • El 'depósito Gasol' también ha perdido centímetros de altura


Cada vez es más difícil encontrar elevados rendimientos en productos conservadores. Los primeros en bajar sus intereses en julio del año pasado fueron los depósitos. Primero por la decisión del Gobierno de evitar productos dopados -muy rentables con ayudas públicas-, y segundo por las barras libres de liquidez que más tarde concedió el Banco Central Europeo (BCE).

Fue entonces cuando los pagarés ganaron popularidad. Desde entonces, poco a poco han ido comiendo terreno a los plazos fijos en los escaparates bancarios gracias a sus elevados intereses, que seducen a quienes buscan una alternativa a la baja retribución de los depósitos actuales.

Hasta ayer, el interés máximo que ofrecían estos productos era un 4,5% a doce meses de la mano de Popular. A partir de hoy, ese interés se ha reducido hasta el 4% -ampliable en la negociación individual-. Pero no es lo único que ha rebajado la entidad presidida por Ángel Ron, su depósito Gasol ha perdido centímetros al ofrecer un 2,65%, desde el 3% anterior.

Por partes. Los depósitos y los pagarés siempre han sido dos productos rivales. De hecho, la comercialización de los pagarés bancarios entre los particulares se extendió a finales del año pasado como vía alternativa de financiación ante el cierre de los mercados mayoristas y las limitaciones que impiden a la banca ofrecer altos intereses a través de plazos fijos para captar pasivo.

Precisamente, ese obstáculo justifica que hoy en día el rendimiento medio de los depósitos a doce meses se sitúe en el 2,69%. Acorde con el interés que desde hoy ofrece el de Popular, que ha pasado del puesto número 7 al 16 en la Primera División de la Liga del Depósito -clasificación que elabora elEconomista con la oferta comercial de las entidades con mayor cuota de mercado en el negocio bancario nacional- con las mismas condiciones. Pero no es la primera vez que este producto varía su rentabilidad.

Un recorrido por el pasado

De hecho, su evolución es un claro ejemplo de los vaivenes que han sufrido las retribuciones de los depósitos en los últimos años. Aunque ahora Popular remunere al 2,65%, ese interés llegó a alcanzar el 4,25% durante el primer semestre de 2011, en un contexto en el que las entidades lanzaban cada día suculentas ofertas. Es lo que se bautizó como guerra del depósito.

Sin embargo, los intentos por frenar esta situación no fueron en vano. Las penalizaciones tuvieron efecto y meses después, todos los bancos disminuyeron los intereses de sus plazos fijos, incluso Popular, que pasó a remunerar al 3,1%. No fue la última modificación que sufrió este depósito, que hasta ayer ofrecía un 3%. Ante la pérdida de atractivo de estos productos, la banca buscó otras alternativas, los pagarés.

Sus características no son las mismas que las de los depósitos, pero eso no ha importado para quese consoliden en la oferta comercial de las entidades bancarias gracias a sus mayores intereses. Desde ayer, algo menores. La razón es que el interés máximo de estos productos a doce meses era el que ofrecía, precisamente, Popular al 4,5%.

Sin embargo, el ritmo de captación de pasivo entre los particulares de la entidad -que aumentó un 1,2% en 2011- ha sido uno de los motivos que han llevado a reducir el interés de sus pagarés, además del de su depósito, hasta el 4%, en línea con lo que ofrecen el resto de entidades a un año. Hay que buscar en plazos superiores, a 18 meses, para encontrar rendimientos mayores, del 4,15% en el caso de CatalunyaCaixa. Sin embargo, los pagarés nos han sido los únicos rivales de los depósitos, no hay que olvidar a las letras.

¿Competencia del Tesoro?

La menor tensión que ha vivido Europa durante el primer trimestre del año ha tenido una clara consecuencia: las letras han ido perdiendo parte de su atractivo. De hecho, el interés medio que alcanzaron las letras a 12 meses en la última subasta celebrada el pasado 23 de marzo se relajó hasta el 1,41%, mientras que la rentabilidad de las letras a 18 meses se situó en el 1,71%. Nada que ver con los intereses a los que llegaron en noviembre, mes en el que superaron el 5% -algo que no se veía desde 1997, es decir, desde antes del nacimiento del euro-.

Sin embargo, la preocupación sobre el futuro de Europa ha vuelto y España se sitúa en el punto de mira de unos inversores que dudan sobre su capacidad de cumplir con el objetivo de déficit pese a las sucesivas reformas anunciadas por el Gobierno. Con la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de nuestro bono y el alemán a diez años, en los 403 puntos básicos, el Tesoro Público español se verá las caras con el mercado de nuevo el viernes con una subasta de letras a 12 y 18 meses en la que se espera que el coste de financiación aumente de nuevo.

Lo demuestra, por ejemplo, la evolución del rendimiento de los bonos a dos años -que sirven como referencia para intuir el interés de las letras a 12 y 18 meses-, que en la actualidad se encuentran en el 3,29%, con lo que las letras tendrán como referencia la cota de 2% en el caso de los títulos a un año, y el 2,41% en el caso de las letras a 18 meses. Rendimientos que, una vez más, volverían a hacer competencia a los depósitos de las entidades bancarias.