Bolsa, mercados y cotizaciones

El desplome de la banca italiana hunde al resto de bolsas



    Ni una, ni dos, ni tres. Ocho son ya las sesiones consecutivas en las que el Ibex 35 se despide con pérdidas. La última, la de ayer, cuando el indicador cerró la sesión con una caída del 0,87%, hasta los 7.911 puntos. Puede que algunos piensen que la caída de ayer responde a la huelga general que tuvo lugar en nuestro país, pero lo cierto es que, según explicaron los operadores a elEconomista, ésta apenas tuvo incidencia en el parqué madrileño. "Sí ha habido piquetes en la apertura que han tirado panfletos, pero no se está notando nada en la actividad de contratación", afirmó uno de los operadores.

    ¿A qué respondió la caída del Ibex? A varios factores. Por una parte, persisten los malos augurios en torno a la débil situación económica en Europa en general y en España en particular -Morgan Stanley recortó su expectativa para las economías de España e Italia en 2012 y ahora cree que la española se contraerá un 2% este año-.

    Por otra, se incrementan también las dudas en torno a la cada vez más necesaria ampliación del Fondo de Rescate, ya que ahora parece que el Bundesbank no estaría por la labor, pese al visto bueno de hace unos días de la canciller alemana, Angela Merkel, y de ayer de la Comisión Europea. Y como no hay dos sin tres, la tercera explicación a las caídas que ayer sufrieron no sólo el Ibex 35, sino también el resto de mercados europeos (el Dax cayó un 1,7%, el Cac, un 1,43% y el Mibtel italiano, un 3,30%), fue la declaración del responsable de deuda soberana de Standard & Poors, Moritz Kraemer, la noche del miércoles afirmando que Grecia está abocada a una nueva reestructuración de su deuda. Esto no sentó nada bien a los valores del sector financiero. De media perdieron un 2,8% en Europa, liderados por los italianos, que registraron caídas superiores al 10% como es el caso de Monte dei Paschi, Banca Popolare o Banco Popular de Milano. Junto con el bancario, el sector de automóviles fue otro de los más castigados, después de que S&P pronosticaran una caída del 5% en el sector para 2012.

    Ni siquiera la apertura de Wall Street calmó los ánimos. No en vano, se conoció que el PIB creció un 3%, por debajo de lo esperado por los analistas.