Bolsa, mercados y cotizaciones

Las gestoras renuncian a la bolsa española para registrar nuevos ETF

  • Ninguna de las firmas que han listado productos en la bolsa aumentará su oferta
  • Tanto Amundi como Espirito Santo acuden a la CNMV para lanzar sus cotizados


Sólo han pasado seis años desde que la bolsa española acogiera al primero de los 68 ETF (fondos cotizados) con sello español. Pero parece que ha sido un periodo suficiente no sólo para que esta industria se consolide en España, sino incluso para que haya marcado su propio techo.

Un ejemplo de ello se ve en el patrimonio gestionado por los fondos cotizados listados en España. Hasta 2010 presumían de crecimientos de dos dígitos en lo que respecta a activos bajo gestión, pero en 2011 cerraron con una caída patrimonial del 13,67%, hasta los 32.267 millones de euros. Además, según los últimos datos de Bolsas y Mercados Españoles ese declive también se está extrapolando a este año, ya que el efectivo acumulado hasta febrero en el segmento de fondos cotizados (ETF) ha sido de 331 millones de euros, un 53% inferior al contabilizado en igual periodo del ejercicio anterior.

Una cifra que puede seguir cayendo si se tiene en cuenta que la única gestora española que sigue confiando en estos productos, BBVA AM, ha anunciado la liquidación en los últimos meses de siete de sus diez ETF y, sobre todo, que ninguna de las gestoras internacionales que han listado sus fondos en la bolsa española pretende seguir incrementando su oferta nacional a corto plazo. "En un principio nos vamos a enfocar en registrar los productos en la CNMV, ya que es la estrategia habitual que venimos desarrollando en España y queremos seguir manteniendo nuestra apuesta por este mercado, además de facilitar el acceso de estos productos a los inversores", afirma Engracia Borque, responsable de ETF, fondos y hedge funds para Iberia & Latam de Deutsche Bank. Es decir, a corto plazo, la gestora no tiene pensado ampliar su gama de ETF listados en España. Una gama que asciende a 27 fondos cotizados.

Tampoco desde Lyxor, la gestora más activa en el mercado español, se plantean aumentar su gama de fondos cotizados en nuestro país. "La idea es no listar más ETF en España hasta que no haya más creadores de mercado, ya que ahora sólo está el creador de la propia gestora y eso puede restar liquidez", asegura Adrián Juliá, responsable de productos cotizados de Lyxor Asset Management.

Quién sale perdiendo

Sin embargo, el hecho de que ninguna de estas gestoras tenga pensado acudir a la bolsa española para listar sus fondos no implica que hayan perdido la confianza en el mercado español. De hecho, ambas tienen pensado ampliar su gama de productos a través del registro en la CNMV o, lo que es lo mismo, están pensando más en el cliente institucional que en el particular ya que, como explica Borque, "con respecto a otras bolsas europeas, las ventajas en la bolsa española se centran en criterios de fiscalidad y de precio. El inversor institucional grande realmente tiene líneas de ejecución abierta y por ello tiende a irse al extranjero. Para el inversor minorista o institucional de menor tamaño, la ejecución es más barata en el mercado español y la fiscalidad está claramente determinada. Por ello tienen una preferencia a ejecutar en la bolsa española".

Máxime si se tiene en cuenta que ese ahorro de costes del que hasta ahora disfrutaba quien contratara un producto en España y no en cualquier otro mercado europeo ya no es tal. O al menos eso es lo que opina Juliá, ya que, según explica, "a veces no compensa el interés de contratar en España por las comisiones baratas, ya que a veces ese abaratamiento queda solapado porque se amplía el spread entre la compra y la venta ante la falta de creadores de mercado". Y por ello, la gestora francesa ha decidido acudir a la CNMV y no a BME para ampliar su gama de fondos- en los últimos 30 días ha incrementado su oferta en 12 productos por esta vía-. Y no ha sido la única: Amundi también ha registrado cuatro ETF ante el organismo regulador y Espirito Santo ha hecho lo propio este año con su sicav de ETF.

Conviene recordar que basta con que el fondo en cuestión esté listado en la CNMV para que pueda ser adquirido por un inversor particular, con la diferencia de que en este caso sí disfrutará de la ventaja fiscal de que los traspasos están exentos de tributación, aunque con la desventaja de que se aplicará en el momento de la venta la retención a cuenta (pagará a Hacienda del 21 al 28% de las plusvalías generadas, tras la última reforma fiscal).