Bolsa, mercados y cotizaciones
En el Nasdaq no queda ni rastro de 'burbuja'
Este mes de marzo se cumplió el duodécimo aniversario del estallido bursátil de la burbuja puntocom. Doce años después, el Nasdaq Composite, comprendido por más de 5.000 empresas tecnológicas o con elevado crecimiento, ha rebasado la cota de los 3.000 puntos, acercándose a los niveles que alcanzó antes del estallido de la burbuja. La duda es: ¿se asemeja la situaciones actual a la del crash bursátil?
Para responder a esta pregunta primero hay que recordar qué fue la crisis de las puntocom. La burbuja tecnológica es un fenómeno que se origina de la mano del boom de la nueva economía y con la aparición de empresas cuyo negocio se vinculaba a Internet. Con el surgimiento de estos fenómenos apareció una corriente especulativa, que se alimentó desde el año 1995 hasta marzo de 2000, en la que los índices bursátiles se dispararon, en especial aquellos vinculados al mercado Nasdaq, que era la plataforma que aglutinaba a la mayoría de este tipo de compañías.
Un ejemplo de este entusiasmo fue el índice Nasdaq 100, formado por las 100 empresas de mayor tamaño del Nasdaq Composite. En concreto, este selectivo registró durante cinco años una espectacular escalada: desde principios de 1995 hasta marcar su nivel de cierre máximo el 27 de marzo de 2000, tuvo una subida del 1.064 por ciento que llevó a este índice desde lo 405 hasta los 4.705 puntos.
El motivo de esta orgía especulativa se fundamentaba en que las empresas puntocom prometían un gran crecimiento y mucho dinero haciendo una inversión reducida, lo que hizo que las compañías se sobrevaloraran en los parqués. Tanto era así que muchas empresas, sólo por el mero hecho de cambiar su nombre y añadirles el término puntocom, vieron cómo sus acciones multiplicaban su valor. Se consideraba Internet el futuro y todo dinero invertido en estas compañías parecía un negocio asegurado, aunque no generasen beneficios y su cifra de facturación fuese mínima.
¿Burbuja 2.0?
Sin embargo, nada es eterno y las burbujas bursátiles menos. El insuficiente desarrollo de Internet por aquel entonces; el desorganizado modelo tecnológico; y junto con empresas con una hoja de balance y unas cuentas de resultados más que decepcionantes fueron factores que truncaron las expectativas de los inversores y que finalmente pincharon la burbuja tecnológica. ¿Consecuencia de esto? Una abrupta caída del Nasdaq 100 del 79 por ciento desde su máximo el 27 de marzo de 2000 hasta finales de 2002, que se tradujo en unas pérdidas de 8 billones de dólares.
Siempre odiosas, pero muchas veces reveladoras, las comparaciones pueden ayudar a saber si el Nasdaq se encuentra ahora en la antesala de una burbuja 2.0 o si bien los índices están reflejando correctamente el valor de las empresas en el parqué. La situación actual guarda ciertas similitudes, pero también notables diferencias, respecto al preludio del crash tecnológico. Entre los parecidos destacan que al igual que antes, el Nasdaq Composite sigue compuesto por valores de elevado crecimiento y riesgo; además, este índice se encuentra cotizando en sus niveles previos al estallido de la burbuja. Sin embargo, por fundamentales el Nasdaq 100 de ahora se parece poco al de entonces, al comparar 1999, el año previo al estallido de la crisis, con las expectativas para este 2012. En cuanto a beneficio neto, el ejercicio anterior al estallido de la burbuja las compañías del Nasdaq 100 acumulaban un total de 30.500 millones de dólares con 22 empresas que arrojaron pérdidas; en 2012 se espera que este agregado sea de 221.000 millones con sólo tres empresas en números rojos. En cuanto al endeudamiento, si en 1999 la suma de las cargas financieras de las empresas miembros de este índice era de 65.000 millones de dólares, para este año se prevé que registren una caja neta por valor de 273.000 millones. También son radicalmente distintos los múltiplos de los valores de este selectivo. En 1999, el PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) promedio del Nasdaq 100 era de 147,2 veces, mientras que para el presente ejercicio se sitúa en 19 veces, casi la octava parte respecto al año previo a pinchar la burbuja.
Otro factor diferencial es la cantidad de empresas puramente tecnológicas que conforman el Nasdaq 100. Si antes de la crisis bursátil en este indicador figuraban 60 valores de este sector, actualmente su número se ha reducido a 43, aunque en ponderación apenas ha variado. Otro hecho destacable es la evolución bursátil del Nasdaq 100 en los cinco años previos a la crisis. En 1995y 1996 experimentó unas subidas interanuales miméticas del 42,5 por ciento en cada ejercicio, mientras que 1997, 1998, y 1999 se saldaron con alzas del 20,6, 85,3 y el 101,9 por ciento en cada caso. Por el contrario, en los últimos cinco años la escalada ha sido mucho menor. Entre 2007 y 2011 el comportamiento interanual del indicador ha sido del 18,7, -41,9, 53,5, 19,2 y el 2,7 por ciento, respectivamente.