Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Qué anuncia la caída del precio de los bonos?

  • Las bolsas podrían aprovecharse del trasvase de dinero
El presidente de la Fed, Ben Bernanke. <i>Foto: Archivo</i>


La oleada vendedora que ha golpeado el mercado de deuda pública esta semana en EEUU refleja una creciente visión de la economía y puede señalar el inicio de un período de tipos de interés más altos.

La curva de tipos alcanzó ayer su máxima pendiente desde octubre e incluso la subasta de bonos a 30 años no consiguió detener las ventas. Los tipos, que se mueven a la inversa del precio, subieron a máximos del día tras la subasta de 13.000 millones.

"Hemos roto algunos niveles psicológicos como el 2,25% en el bono a 10 años", señala George Gonçalves, estratega de Nomura Americas. El activo a 30 años tocó una rentabilidad del 3,425% a media tarde y el 10 años llegó a rentar el 2,279%, unos niveles que no se veían desde octubre.

Las empresas también quieren

"Es algo bueno porque los tipos están subiendo por razones cíclicas, es decir, un aumento de la demanda de capital y una mejora de la economía", según Joseph LaVorgna, economista jefe de Deutsche Bank para EEUU. "Sin duda, las empresas quieren emitir mucha deuda. Lo hemos visto. Eso es saludable, a mi juicio, y los tipos tendrían que subir significativamente para que la economía sufra", añade.

Las empresas están emitiendo a un ritmo récord en lo que va de año. La semana pasada, un récord de 40.600 millones de dólares en bonos con grado de inversión salió al mercado, según Thomson Reuters. Este trimestre lleva camino de convertirse en el mayor de la historia, ya que probablemente sobrepasará el récord de 259.000 millones del primer trimestre de 2011.

"Mirando al futuro, la pregunta es cuánto más pueden subir las rentabilidades a 10 años. Creo que seguirá con la próxima batería de datos", según LaVorgna.

Los estrategas de deuda afirman que el giro del mercado de bonos es el resultado de una combinación de factores, entre los que se encuentra una menor preocupación por la crisis soberana de Europa ahora que Grecia ha reestructurado su deuda. La mejora del empleo en EEUU y las señales de que la vivienda puede empezar a recuperar también son elementos negativos para comprar bonos, ya que señalan que la Fed quizá no vaya a adoptar una flexibilidad mayor.

La Fed ha dicho que podría adoptar un nuevo quantitative easing si la economía lo requiere. En un tercer programa de QE, la Fed compraría titulizaciones hipotecarias en un esfuerzo para ayudar a la vivienda y bajar los tipos hipotecarios. La Fed se reunió el martes y revisó ligeramente al alza su visión de la economía, pero no dio un mensaje claro sobre si adoptará estas medidas en los próximos meses.

Tras las palabras de Bernanke

La Fed tampoco dijo que pasará cuando su 'operación twist' termine en junio. Este programa implica la compra de bonos del Tesoro de mayor duración y la venta de una cantidad similar de activos de duración más corta, en un esfuerzo para hacer bajar los tipos a corto.

Las rentabilidades tocaron mínimos justo antes de que la Fed anunciara esta operación twist en octubre. El bono a 10 años alcanzó una rentabilidad de cierre del 1,72% a finales de septiembre.

"Tenemos un comunicado de la Fed ligeramente más optimista, además de unos test de estrés exitosos que muestran que el sistema bancario de EEUU está en mejor situación que sus colegas europeos", según Ian Lyngen, estratega senior de CRT Capital.

Lyngen afirma que la fortaleza de las bolsas también es un factor detrás de las ventas de bonos, pero hasta ahora no hemos visto una estampida hacia las acciones. "La relación entre el rally de las bolsas y la caída de la renta fija ahora tiene más sentido del que tenía hace una semana", concluye.