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RSC.- Los trabajadores chinos 'pagan caro' el liderazgo del país en los mercados mundiales, según la CIOLS
"Su competitividad se basa en salarios de explotación, falta de derecho a asociarse, formar sindicatos o a negociaciones colectivas"
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Dos nuevos informes hechos públicos recientemente por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOLS) arrojan datos sobre la situación laboral de los trabajadores en China, que, a su juicio, "están pagando cara" la carrera del país por ocupar los primeros puestos del comercio mundial.
Según estos informes, el ingreso de China a la organización Mundial del Comercio (OMC) "se ha llevado a cabo a cambio de un alto coste para el país mismo y sobre todo para sus trabajadores". En este sentido, CIOSL recuerda a la OMC que la propia población de China "es una de las principales víctimas de sus prácticas comerciales desleales".
Los informes, --dados a conocer coincidiendo con una revisión de las políticas comerciales de China que la OMC lleva a cabo en Ginebra los desde hoy y hasta el jueves día 6--, destacan que la competitividad de China "se basa en los salarios de explotación que paga a sus trabajadores, quienes no tienen derecho de asociarse libremente, a formar sindicatos independientes ni a llevar a cabo negociaciones colectivas".
Aunque los salarios mínimos chinos son ya de por sí "bajísimos" --unos 44 dólares (36 euros) en algunas de las regiones con mayor éxito en sus exportaciones--, los estudios demuestran que los salarios promedio en el sector de manufactura ascienden sólo entre un 38 y un 75% de este mínimo.
"Mientras los líderes mundiales acusan de 'juego sucio' a China por las tarifas que tiene sobre uno u otro producto, nadie presta atención al principal efecto de esa forma de actuar: el hecho de que sus políticas están perjudicando primero y principalmente a su propios ciudadanos", señaló el secretario general de la CIOSL, Guy Ryder.
"Cuando los trabajadores no tienen derecho a estar representados, a negociar unidos ni a hacer huelga, son un blanco fácil para quienes desean sacar el mayor fruto posible de su trabajo pagándoles el menor precio posible", añadió. Esto es lo que sucede en China y por eso las exportaciones baratas de ese país "están invadiendo el resto del mundo". En la terminología que utiliza la OMC, esta práctica puede calificarse realmente de "distorsión del comercio", aseguró Ryder.
En su opinión, "esta denegación de los derechos de los trabajadores, que viola una de las nociones básicas de la democracia, no hace sino que crezca el descontento social". "La utilización gubernamental de tácticas antisindicales, como represión, medidas de fuerza y encarcelamiento de las personas que defienden los derechos de los trabajadores aviva las llamas de lo que está perfilándose como una gran amenaza para su propio predominio", afirmó.
GERMEN DE CONFLICTOS
A pesar de los esfuerzos de las autoridades chinas por mantener en calma a los trabajadores, los conflictos laborales "están aumentando", recuerda la CIOLS.
Desde 1995 hasta 2004, los juicios laborales de Shanghai se multiplicaron por siete, ascendiendo a más de 18.000 casos, según datos gubernamentales. Y otro estudio muestra que la cantidad de conflictos laborales en todo el país se multiplicó por cinco, pasando de 33.000 casos referidos a 123.000 personas en 1993 a 184.000 casos referidos a 608.000 personas en 2002.
Según cifras del Ministerio de Seguridad Pública, las protestas o incidentes masivos --lo que abarca disturbios, manifestaciones y peticiones colectivas-- aumentaron de 58.000 en 2003 a 74.000 en 2004.
Contrariamente al convencimiento generalizado en el mundo de que la pertenencia a la OMC ha supuesto para China una mejora en las condiciones de vida para la mayoría de la población china, el Banco Mundial estima que en las tres cuartas partes de los hogares rurales está disminuyendo el bienestar.
"El país tiene tantos nuevos desempleados como el resto del mundo entero y tendrá que crear 300 millones de nuevos puestos de trabajo durante la próxima década para evitar que el desempleo ascienda a niveles imposibles de soportar", agregó Ryder. Alrededor de 250 millones de personas, el 16,6% de su población, siguen viviendo con menos de un dólar diario y casi 700 millones de personas, es decir, el 47% de la población, lo hace con menos de 2 dólares al día.
"En un lapso de apenas dos décadas, China se ha convertido en el país menos equitativo del mundo", aseguró. "La experiencia china demuestra que la liberalización comercial por sí sola y el éxito en los mercados de exportación no traen consigo progreso social ni desarrollo", concluyó Ryder, reforzando lo que siempre ha defendido la CIOLS, que la agenda comercial "debe girar en torno al trabajo decente".