Bolsa, mercados y cotizaciones
El dinero fresco del BCE hace caer la prima de riesgo hasta 300 puntos
La resaca de la superbarra libre de liquidez que el Banco Central Europeo (BCE) ofreció el miércoles a las entidades europeas, mediante la que les prestó 530.000 millones de euros a tres años, fue ayer de lo más fructífera en el mercado de deuda pública.
En el caso español, deparó alegrías a pares, puesto que propició que el Tesoro Público protagonizara otra subasta exitosa y, además, auspició que la rentabilidad de los bonos y que la prima de riesgo se situaran en mínimos del año.
El Tesoro se encontró con todo a favor para sacar adelante con nota la primera subasta de deuda convocada para marzo. En esta ocasión vendió al mercado bonos a dos, tres y cuatro años, en una operación con la que se había propuesto captar entre 3.500 millones y 4.500 millones de euros. Y como viene siendo la tónica habitual desde diciembre, cumplió esa meta con holgura y con la satisfacción adicional de unos costes de financiación más baratos gracias a la ayuda de contar con una abultada demanda donde elegir. Unos ingredientes que evocaron, una vez más, al BCE y el favorable impacto que su extraordinaria política de liquidez -entre diciembre y febrero ha suministrado un billón de euros a los bancos mediante dos préstamos a tres años- está ejerciendo en la financiación de varios de los países más expuestos a la crisis soberana, como es el caso de España e Italia.
La factura sigue abaratándose
Todo eso se tradujo en que el Tesoro Público colmó sus pretensiones, ya que obtuvo 4.501 millones de euros. En cuanto a la demanda, alcanzó en conjunto los 11.475 millones, con lo que multiplicó por 2,5 veces el volumen emitido. Y la factura se abarató hasta registrar los intereses más reducidos desde 2010. En concreto, los títulos a dos años se colocaron con una rentabilidad media del 2,07 por ciento, frente al 4,27 por ciento de noviembre; los bonos a tres años salieron al 2,6 por ciento, frente al 3,3 por ciento de febrero; y los títulos a cuatro años se adjudicaron al 3,37 por ciento, inferior al 3,45 por ciento de febrero.
Relajación sustancial
Auspiciadas por el dinero fresco del BCE, las compras se impusieron, con el consiguiente descenso de las rentabilidades, que bajan cuando el precio de los títulos sube. Así, el rendimiento de los bonos españoles a 10 años se relajó del 4,98 al 4,86 por ciento, con un mínimo diario en el 4,832 por ciento, el nivel más bajo desde noviembre de 2010. A su vez, esta rebaja contribuyó a que la prima de riesgo de España, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, cayera de los 317 a los 300 puntos básicos -ó 1,7 puntos porcentuales-, aunque durante la sesión llegó a caer hasta los 296 puntos básicos, el nivel más bajo desde octubre.
Las compras fueron aún más intensas en la deuda italiana. El rendimiento de los bonos transalpinos retrocedió del 5,18 al 4,98 por ciento, el mínimo desde agosto, mientras que la prima se relajó de los 336 a los 309 puntos básicos. También cayó con fuerza la rentabilidad de los bonos franceses, del 2,87 al 2,77 por ciento, mientras que su prima de riesgo retrocedió desde los 106 hasta los 90 puntos básicos.