Bolsa, mercados y cotizaciones

Los alcistas en los bonos todavía tienen esperanzas

  • Bonos corporativos y emergentes deben hacerlo mejor que la deuda del Tesoro.


El prolongado mercado alcista de los bonos debería prolongarse durante este año, aunque con un cambio en los sectores que liderarán el movimiento. Los bonos del Tesoro seguirán desafiando las predicciones de una burbuja, y el anuncio de la Fed de finales de enero de que mantendrá los tipos bajos hasta 2014 puede extender este rally todavía más, según Scott Kimball, gestor de la firma Taplin, Canida & Habacht.

La Fed reconoció en su comunicado que la inflación se mantiene controlada y que espera un crecimiento económico sólo modesto, lo que reafirma una política de dinero fácil para el futuro previsible.

Además de provocar un movimiento hacia los activos de riesgo, esta política también actúa como una especie de seguro para protegerse de la continua inestabilidad en Europa, según los analistas.

Pero con los tipos nominales del bono a 10 años en torno al 2% y unos tipos reales negativos una vez ajustados por la inflación, la mayoría de los observadores del mercado dicen que el deseo por una mayor rentabilidad acabará con la seguridad y llevará a los inversores en deuda hacia sectores que ofrecen rentabilidades más altas que el Tesoro.

Si combinamos este deseo de rentabilidad con unas expectativas de un crecimiento económico lento pero continuo y una inflación reducida, y tendremos un entorno que debería beneficiar a todos los activos menos los caros bonos estadounidenses.

¿Qué hay que hacer?

Para los inversores en ETFs, eso significa mantenerse al margen de vehículos que replican los bonos gubernamentales, como el iShares Barclays Aggregate Bond o el Vanguard Total Bond Market, y buscar en otros sectores.

Los bonos corporativos de EEUU lograron una sólida ganancia del 8,1% en 2011, y su 'momentum' se ha mantenido intacto. Las empresas han mejorado sus beneficios a través de una pobre recuperación mediante reducción de deuda, un aumento de la productividad y el aprovechamiento de los tipos de interés ultrabajos para refinanciarse en condiciones favorables. Estas acciones han contribuido a mejorar su calidad crediticia, uno de los principales factores que impulsan las subidas de precios.

La mejora de los fundamentales y la estabilización de la economía también deberían beneficiar a los bonos basura. La tasa actual de impago es del 1,7% para los bonos por debajo del grado de inversión es baja comparada con la media a largo plazo del 4,2%.

Bonos basura

Los emisores de bonos basura también se beneficiarán en los próximos tres años antes de que los efectos de refinanciar a tipos más bajos y extender los vencimientos empiecen a desvanecerse, según Mary Austin, gestora del fondo Pax World High Yield Bond Fund. "Cuando el crecimiento del PIB es del 2% o inferior, los bonos de alta rentabilidad históricamente lo han hecho bien", añade.

Los bonos respaldados por hipotecas suscritas por Fannie Mae y Freddie Mac, conocidos como titulizaciones (MBS) de agencia, también deberían hacerlo bien en un entorno de bajo crecimiento. Estos bonos, muchos de los cuales tienen una garantía implícita del Estado, ofrecen rentabilidades del doble de los títulos del Tesoro con el mismo vencimiento.

Los continuos esfuerzos del Gobierno para revivir el mercado inmobiliario deberían limitar el número de hipotecas que entran en morosidad y mantener el flujo de pagos de principal e intereses a los tenedores de los bonos. La posible compra de MBS por parte de la Fed como parte de otra ronda de "quantitative easing" también irá en esa dirección, según Kimball.

Fuera de EEUU, Chris Molumphy, jefe de inversiones de Franklin Templeton Fixed Income Group, sitúa los bonos de mercados emergentes a la cabeza de su lista de recomendaciones, debido a su elevada rentabilidad, el fuerte crecimiento del PIB y un endeudamiento menor que el de las atribuladas economías de Europa y Japón.

Además, la caída de precios provocada por las divisas en 2011 les confiere una valoración atractiva con sus ventajas económicas todavía vigentes. Los inversores pueden elegir entre comprar bonos emergentes denominados en dólares o tratar de aprovechar la esperada recuperación de las divisas de esos países contra el dólar mediante bonos denominados en moneda local.