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Irán permite que el uranio se gane un sitio en las carteras
335 días. Éste parece ser el plazo que se han dado los inversores para olvidarse de la catástrofe nuclear que se vivió en la central japonesa de Fukushima y volver a confiar en el potencial de la energía alternativa más polémica: la nuclear. Las empresas nucleares rebotan un 30% en 2012 en bolsa ante el previsible repunte de la materia prima.
Sólo así se explica que los fondos que invierten en uranio, y más concretamente, en compañías eléctricas ligadas a esta fuente de energía, consigan sólo en lo que va de año rentabilidades que superan el 20%. Es el caso, por ejemplo de ETF como Global X Uranium o Market Vectors Uranium and Nuclear Energy, que se anotan ganancias en 2012 del 24 y 12%, respectivamente según los datos de Morningstar. Y muy similares son las ganancias que se anotan fondos tradicionales como SPM Uranium Fund o Midlefield Uranium Metals, con rentabilidades del 21 y 23%.
¿Quiere eso decir que el precio del uranio también ha rebotado en esas magnitudes? No exactamente. Según los datos de Bloomberg, tras caer de los 67 dólares por libra a los 45 dólares en los seis días siguientes a producirse el terremoto y posterior tsunami en Japón, el uranio ha permanecido prácticamente inmóvil en niveles de 50 dólares desde entonces. Sin embargo, aumentan las voces que pronostican un fuerte repunte de esta materia prima tan controvertida. Por ejemplo, según una encuesta realizada por Bloomberg entre varios analistas, el precio del uranio podría alcanzar los 60 dólares la libra en 2012, lo que otorgaría un potencial del 15,3%. Incluso firmas como JP Morgan o Endcompass Fund pronostican que podría alcanzar incluso los 80 dólares de aquí a finales de año, lo que supondría a precios actuales una revalorización del 54%.
Da las gracias al 'rally' del crudo
Pero, ¿a qué se deben previsiones tan optimistas? A varios factores. Por una parte están las tensiones que se están viviendo en el estrecho de Ormuz, por donde pasa en torno a un 20% de la producción mundial de crudo, y que Irán amenaza con cerrar, lo que "ha desencadenado el embargo de crudo iraní y la ratificación del régimen iraní de continuar con su política nuclear. El uranio es fundamental en la producción de energía nuclear, ya sea para temas armamentísticos o meramente energético", apunta Juan Ramón Caridad, director en España de la gestora Swiss & Global.
Y son estas amenazas y el veto de la UE al petróleo iraní lo que justifica el fuerte rally que ha protagonizado el barril de petróleo Brent, referente en Europa, en lo que va de año. Rebota un 9,5% y todo indica que aún no ha tocado techo. De hecho, los analistas esperan que el Brent alcance los 125-150 dólares si se mantiene el veto de la UE y desde Societé General hablan incluso de que alcance los 200 dólares en caso de que Irán cierre finalmente el estrecho de Ormuz. Y el impacto sobre el precio del uranio no tardaría mucho en notarse.
Lo haría al alza ya que, según comenta Caridad, "cuando se superan los 100 dólares la correlación de la energía alternativa con el crudo empieza a ser significativa ya que empieza a ser considerada económicamente rentable". Es decir, un aumento de crudo termina elevando la demanda de otras fuentes de energía alternativa, sobre todo si se tiene en cuenta que grandes productores de uranio como Rusia ha decidido recortar sus exportaciones, lo que ha llevado a muchas compañías como Rio Tinto a empezar a destinar parte de sus inversiones a esta fuente de energía (ha comparado Hathoe Exploration, compañía canadiense especializada en el uranio). No es la única en apostar por ello. De hecho, según informa CNBC en la actualidad se están construyendo 60 reactores en el mundo y se espera que el número llegue a 600 a finales de esta década, frente a los 430 que hay en la actualidad. Además, la Agencia Internacional de la Energía ha recordado recientemente que cerca del 20% de la población aún no tiene acceso a la energía, por lo que la demanda no parece que se vaya a estancar y la de energía nuclear es una de las opciones que más se están teniendo en cuenta en países como China, que está pensando en crear nuevas centrales nucleares este mismo año.
Potencial en bolsa del ¡100%!
Ante semejantes perspectivas no es de extrañar que el mercado ya haya empezado a descontar una recuperación del sector. Y lo ha hecho a través de las empresas que se dedican a él. Por ejemplo, compañías como Laramide Resources, Uranium One o Cameco Corp no sólo se anotan rentabilidades superiores al 30% en lo que va de año. Además, cuentan con una clara recomendación de compra por parte del consenso de analistas que recoge Factset y muy buenas perspectivas en cuanto a beneficio. Por ejemplo, se espera que Uranium One cierre este ejercicio con un beneficio neto de 147 millones de dólares, frente a los 130 de 2011 mientras que de Cameco Corp se espera un incremento en su beneficio del 40% para este año. Además, tanto ellas como el resto de compañías especializadas en este sector (ver gráfico) ofrecen un potencial medio para los próximos doce meses de ¡más del cien por cien!