Bolsa, mercados y cotizaciones
El BCE alienta el 'rally' que frena Grecia
¿Alcistas? Sí gracias. Cada vez más voces reconocidas están anunciando -y celebrando- el retorno del apetito por el riesgo tanto a la renta variable americana como a la europea.
Nombres como el economista Nouriel Roubini o el gurú Warren Buffet, el oráculo de Omaha, han llamado la atención sobre este rally bursátil, favorecido en gran parte por las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) para que los bancos tomen un respiro o estimulen la economía real, tal y como declaró Mario Draghi durante la reunión mensual que celebra la institución que preside el primer jueves de cada mes, en la que decidió mantener los tipos de interés en el 1 por ciento y anunció que se permitirá a los bancos que acudan a la subasta de liquidez ilimitada a 3 años del próximo 29 de febrero presentar como garantía los préstamos que hayan concedido a empresas públicas.
No obstante, pese a que el optimismo está volviendo a las bolsas de forma cada vez más patente, la última semana ha sido bastante irregular para los parqués a uno y otro lado del Atlántico, puesto que la mayoría se han movido en un entorno de consolidación, llegando al cierre semanal con descensos inferiores al 1 por ciento. El único que se ha librado ha sido el Nasdaq 100, que al subir alrededor de un 0,8 por ciento ya cotiza en niveles inéditos desde febrero de 2001.
En cambio, el indicador más bajista ha sido el EuroStoxx 50, que ha retrocedido un 1,21 por ciento, hasta 2.484,64 puntos. Precisamente que el principal índice de la zona euro haya sido el más bajista se debe a una de las grandes claves de la última semana, la negociación con los acreedores privados de Grecia para evitar una quiebra desordenada. Amén de otra preocupación que se ha ido abriendo camino en los últimos días, que el Parlamento heleno se resista a aplicar las medidas impuestas por la troika y el Gobierno del país, y no se pueda así desbloquear el pago del segundo rescate, valorado en 130.000 millones de euros.
Por su parte, el Ibex 35 ha cedido un 0,72 por ciento en la semana después de haber marcado el jueves un nuevo máximo anual en 8.902 puntos, muy cerca de su siguiente nivel de referencia los 8.950 puntos. El regreso de la confianza está sentando bien a las empresas españolas: BBVA, CaixaBank, Repsol, Telefónica y Banesto han captado 5.250 millones en bonos corporativos, el 40 por ciento de todo lo emitido en 2012.
Ligero repunte del riesgo
A diferencia de lo que ocurrió en la renta variable, los tiras y aflojas de Grecia no repercutieron negativamente en el mercado de deuda, salvo en España y Francia. Las atractivas rentabilidades del 5,3 y de cerca del 3 por ciento que ofrecen respectivamente sus bonos a 10 años -suben cuando el precio de los títulos desciende- hicieron repuntar a sus primas de riesgo. El diferencial español, medido por la diferencia entre el bono español a 10 años y su homólogo alemán, alcanzó los 340 puntos básicos desde los 305 puntos básicos a los que se situó a finales de la semana pasada. El termómetro del riesgo galo escaló hasta superar los 100 puntos básicos desde los 96,82 puntos básicos de la semana pasada. Lo curioso es que las primas de riesgo del resto de los periféricos no se tensionaron. El diferencial de Portugal se relajó un 8 por ciento, hasta los 1.057 puntos básicos, mientras que las primas de Grecia e Italia se frenaron casi un 4 y un 2 por ciento, hasta los 3.100 y 370 puntos básicos.
En el mercado de materias primas, la semana fue especialmente alcista para el Brent. El petróleo de referencia en Europa alcanzó un precio de más de 117 dólares por barril, un 2,3 por ciento más que la semana pasada, mientras que el West Texas (de referencia en EEUU) cerró con una tímida subida del 0,6 por ciento, hasta los 98,42 dólares. Ayer, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) rebajó sus previsiones de la demanda del crudo desde 1.100.000 hasta 800.000 barriles, basándose en las peores expectativas de la economía global. En cuanto al oro, los inversores optaron por salirse del refugio, ya que las ventas de onzas del metal precioso cayeron un 1,12 por ciento en la última semana, hasta 1.718,3 dólares.
En cuanto a las divisas, aunque el euro marcó el jueves su cruce más elevado contra el dólar desde septiembre en 1,32 dólares gracias a los proyectos del BCE, la moneda única se moderó hasta 1,3187 dólares el viernes.