Bolsa, mercados y cotizaciones
Los bancos y las empresas colocan en un día el 43% del total emitido en 2012
- BBVA, Banesto, Telefónica y Repsol captan 4.250 millones en un día
Le ha costado abrirse, pero una vez que lo ha conseguido, lo ha hecho de verdad. La primera gran ventana de emisiones de deuda privada ya está aquí, abierta de par en par para recibir los títulos de los bancos y las empresas españolas. Si durante la última semana ya se habían visto síntomas positivos, la verificación total se produjo ayer.
Dos bancos, BBVA y Banesto, y dos empresas, la operadora de telecomunicaciones Telefónica y la petrolera Repsol, lograron financiarse en el mercado y en conjunto captaron 4.250 millones de euros. Es decir, un único día concentró el 43,5% del volumen emitido hasta ahora en 2012.
Sobresale el paso adelante de las entidades financieras. Tras un mes de enero absolutamente seco de colocaciones, algo que no ocurría desde 2008, los bancos sí han podido salir al mercado en febrero. El primero en moverse fue Santander, que el 1 de febrero logró 2.000 millones de euros mediante la colocación de cédulas hipotecarias a tres años. Siguió sus pasos Sabadell, que anteayer captó 1.200 millones, también con cédulas a tres años. Y BBVA y Banesto constataron ayer que el apetito de los inversores por el papel financiero con matrícula española está despierto.
Apetito extranjero
De hecho, la entidad presidida por Francisco González fue capaz de colocar deuda senior, la de mayor calidad y que sólo necesita la garantía del emisor. En los últimos meses -precisamente desde que BBVA lanzó deuda senior en octubre-, este producto estaba vetado para las entidades españolas. Pero BBVA la sacó adelante y consiguió 2.000 millones en títulos a 18 meses, de los que el 80% fue a parar a manos de inversores extranjeros.
Para ello, pagó una prima de 193 puntos básicos sobre la referencia del mercado a ese plazo -midswap a 18 meses-, inferior a los 250 puntos que había pagado en octubre y superior a la primera emisión de deuda senior de 2011, que se limitó a 180 puntos. Ayer, la factura podría haber sido más cara de la que abonó finalmente. De hecho, la operación partió de un diferencial de 200 puntos básicos, pero la alta demanda propició la reducción hasta los 193 puntos. En total, las peticiones, procedentes de más de 250 órdenes, alcanzaron los 3.000 millones de euros.
En cuanto a Banesto, siguió recurriendo al título que resulta más fácil de colocar en estos momentos: las cédulas hipotecarias. En concreto, captó 500 millones de euros mediante el lanzamiento de cédulas a cuatro años. En su caso, pagó una prima de 235 puntos básicos sobre el mercado -midswap a cuatro años-, con lo que el rendimiento final ascendió al 3,75%.
Draghi como padrino
El retorno de las entidades españoles a la actividad emisora constituye un síntoma positivo para el mercado. Y en este sentido ha resultado clave el papel del Banco Central Europeo (BCE) y el histórico préstamo de 489.200 millones de euros a tres años que concedió a las entidades europeas el pasado 21 de marzo.
Como, además, la institución presidida por Mario Draghi realizará otra operación similar el próximo 29 de febrero, el mercado se encuentra -y se encontrará- más que abastecido de liquidez, un dinero que está facilitando la colocación de deuda pública y privada de emisores periféricos. "El dinero del préstamo a tres años del BCE está renovando la demanda para los emisores periféricos, incluso de deuda senior", asegura Phil Milburn, gestor de Kames Capital, en declaraciones a la agencia Bloomberg.
Las grandes, sin problemas
Fuera del sector financiero, Telefónica y Repsol no quisieron perderse la fiesta. La operadora de telecomunicaciones obtuvo 1.500 millones de euros en su primera colocación del año, que contó con una demanda superior a los 10.000 millones y con una masiva presencia, próxima al 90 por ciento, de inversores extranjeros. Emitió bonos a seis años, que salieron con una prima de 300 puntos básicos sobre la referencia del mercado, con lo que la rentabilidad se situó en el 4,8%.
En cuanto a Repsol, su operación consistió en una ampliación de la colocación de 750 millones de euros en bonos a siete años que ya realizó el pasado 12 de enero -fue la primera de una compañía española en 2012-. Ayer añadió 250 millones a esa cantidad. Si hace un mes desembolsó una prima de 292 puntos básicos, esta vez el diferencial se abarató hasta los 241,5 puntos básicos, hasta el 4,385%.
Ambas operaciones se suman a las ya protagonizadas por emisores corporativos como Iberdrola o Gas Natural -ver gráfico-, una secuencia que constata que las principales empresas se pueden financiar sin problemas. "Los emisores españoles más fuertes tienen el mercado a su disposición y la realidad demuestra que sus colocaciones funcionan muy bien", afirma Fernando García, director de bonos para empresas de Société Générale CIB España y Portugal.