Bolsa, mercados y cotizaciones

Las empresas españolas amplían sus fuentes de financiación fuera del euro

  • Iberdrola y Codere ya han emitido en francos suizos y dólares
  • Las compañías buscan diversificar ingresos y vías de endeudamiento


El ingenio es un poderoso aliado en tiempos de crisis. Las empresas españolas lo están demostrando en el arranque de 2012, como ya lo hicieron durante el pasado año, a la hora de obtener financiación. Con el grifo crediticio cerrado y la crisis de la deuda soberana complicando la posibilidad de conseguir dinero en euros, las compañías están entendiendo que, del mismo modo que diversificar geográficamente los ingresos actúa como un escudo protector, ampliar las fuentes de financiación también resulta aconsejable. Para ello, están recurriendo a la alternativa de derribar fronteras y emitir deuda en divisas diferentes a la moneda única.

Durante las primeras semanas del ejercicio, dos empresas con pasaporte español ya lanzaron títulos denominados en otras divisas diferentes al euro. La eléctrica Iberdrola emitió 250 millones en francos suizos -unos 207 millones de euros- y la empresa de juego Codere lanzó una emisión de 300 millones de dólares -alrededor de 230 millones de euros-.

Como reconoce Fernando García, director de Bonos para Empresas de Société Générale CIB para España y Portugal, lanzar emisiones en monedas diferentes al euro puede responder a una "estrategia de diversificación de mercados, para no depender exclusivamente de uno solo". También menciona dos razones adiciones. La primera, la "necesidad de tener dinero en ese mercado en concreto"; y la segunda posee un carácter financiero, puesto que consiste en permutar la deuda en divisa extranjera por euros. Por ejemplo, en estos momentos esta táctica puede generar "un arbitraje muy fuerte a favor del emisor en dólares para cambiarlos luego a euros".

Más mercados

A la hora de diversificar fuentes de financiación, Iberdrola ya es una veterana. En los últimos años ha venido recurriendo a la emisión de deuda en otras divisas, como los 350 millones de libras a 15 años que captó en julio de 2011 a través de ScottishPower Distribution; los 1.000 millones de dólares que Iberdrola captó en 2010 o los 5.000 millones de yenes que captó en noviembre de ese mismo año. En 2012 no ha esperado demasiado para prolongar esta estrategia y el pasado 25 de enero emitió 250 millones en francos suizos en bonos a cinco años.

Como reconocen fuentes de la compañía, esta política le ha permitido "seguir avanzando en el fortalecimiento de su estructura financiera". A cierre del tercer trimestre, la empresa contaba con una liquidez de 9.600 millones de euros, una cantidad que "capacita a la compañía para hacer frente a sus necesidades de financiación para los próximos 24 meses", precisan esas mismas fuentes.

Más líquido y profundo

A la diversificación geográfica de las fuentes de financiación se añade la fortaleza que muestran otros mercados, una realidad que contrasta ahora con la situación de la eurozona. Como subraya Fernando García, "el mercado en dólares es más profundo, más maduro y no se cierra casi nunca". Estas características lo convierten en una plataforma mucho más receptiva y apetecible para las compañías en estos momentos en comparación con el euro. Más aún si los emisores proceden de uno de los denominados países periféricos, como es el caso de España.

Codere ha podido comprobar el potencial de esas características. Aunque en un principio se había propuesto captar 250 millones de dólares, finalmente pudo conseguir 300 millones gracias a que la demanda superó los 500 millones. En su caso, la empresa de juegos recurrió al mercado de dólares por una cuestión estratégica, puesto que ese dinero se empleará para financiar la compra de la empresa mexicana Icela. La operación, por tanto, encaja con su estrategia de diversificar su negocio. "Como cada vez tenemos más ingresos en América, estamos adaptando nuestro capital a esa realidad", confirman fuentes de Codere.

La tendencia de acudir al mercado estadounidense para obtener financiación ya resultó apreciable en 2011. Durante el pasado ejercicio, las emisiones de compañías europeas alcanzaron el 15 por ciento de la cantidad total emitida en dólares, con 69.500 millones.