Bolsa, mercados y cotizaciones

Wall Street escala a máximos de 2008



    En mayo de 2008 George W. Bush era el presidente de Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) tenía los tipos de interés en el 2 por ciento y Lehman Brothers aún no había quebrado. ¡Parece que ha pasado un mundo desde entonces! Pues bien, Wall Street regresó ayer a ese mundo aupado por los positivos datos de empleo conocidos ayer en la mayor economía del planeta.

    En enero, el mercado laboral norteamericano fue capaz de generar 243.000 puestos de trabajo, la cifra más alta desde marzo de 2011 y muy por encima de los 140.000 previstos. Además, la tasa de paro se redujo inesperadamente dos décimas, hasta el 8,3 por ciento, el nivel más reducido desde comienzos de 2009. En conjunto, estas cifras sonaron a música celestial en la Bolsa de Nueva York, donde el ánimo comprador se impuso con fuerza. A media sesión, los principales índices bursátiles registraban avances superiores al 1 por ciento. Y eso, en el caso del Dow Jones, el indicador más famoso del mundo, se tradujo en la reconquita de los 12.850 puntos, un terreno que no pisaba desde aquel lejano mayo de 2008.

    Esta alegría puso la guinda al optimismo que ya se respiraba en los parqués europeos, en los que la confianza ha ido abriéndose paso a lomos de dos motivos principales: el primero, la distensión que se está viviendo en la deuda pública de la eurozona; y el segundo, la mejora de la confianza en el sector financiero. A su vez, ambos cuentan con un nexo clave: el Banco Central Europeo (BCE) y su extraordinaria política de liquidez. Si en diciembre ya suministró 489.200 millones de euros a los bancos con el primer préstamo a tres años de su historia, con el segundo, que tendrá lugar el próximo 29 de febrero, podría romper todos los registros, porque se baraja la posibilidad de que las entidades le pidan hasta un billón de euros.

    Con la banca suficientemente abastecida, tanto para afrontar sus vencimientos de deuda y reforzar sus balances como para ayudar a los Estados a financiarse al acudir en masa a las subastas, todo está siendo más fácil en los mercados bursátiles... aunque sin bajar la guardia, puesto que la crisis de la eurozona permanece viva y la situación de Grecia y Portugal, fundamentalmente, sigue siendo extrema.

    El caso es que en este entorno el Ibex 35 ha sumado un 2,4 por ciento en el conjunto de las cinco últimas sesiones, incluido el 1 por ciento que repuntó el viernes. Y así, pasito a pasito y casi sin hacer ruido, el índice de referencia de las bolsas españolas acumula ya cuatro semanas consecutivas de subidas, una secuencia que no se veía desde el verano de 2009. Semejante racha le ha servido, además, para escalar hasta los 8.861,2 puntos, con lo que se encuentra en el nivel más alto desde octubre del año pasado, presenta una subida del 3,4 por ciento en 2012 y, sobre todo, ha roto resistencias y apunta más alto -ver página 14 de Ecobolsa-.

    Los avances semanales también han sido notables en el resto de los indicadores europeos. Una vez más, el más destacado ha sido el Dax alemán, que ha sumado un 3,9 por ciento y protagoniza una subida del 14,7 por ciento en lo que va de año. El Cac 40 francés y el Ftse Mib italiano también se han anotado ganancias superiores al 3 por ciento.

    Con primas a la baja, todo es más fácil

    La buena racha de los parqués es inseparable a la de la deuda soberana europea. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años ha despedido la semana por debajo del 5 por ciento por segundo viernes consecutivo y se encuentra en sus niveles más reducidos desde finales de 2010. Este descanso se traslada a la prima de riesgo, medida por la diferencia entre el rendimiento de los bonos españoles y alemanes a 10 años, que ha descendido de los 310 a los 305 puntos básicos -ó 3,05 puntos porcentuales-, aunque llegó a incluso a situarse provisionalmente por debajo de los 300. Lo mismo ha ocurrido con Italia. El rendimiento de sus bonos a 10 años ha descendido del 5,90 al 5,70 por ciento en el conjunto de las cinco últimas jornadas, algo que a su vez ha permitido que la prima de riesgo transalpina se haya estrechado de los 404 a los 377 puntos básicos.

    El dinero comprador también ha llegado a las materias primas. En especial al petróleo, que también está pendiente de la tensión en torno a Irán. El barril Brent, de referencia en Europa, se ha revalorizado un 1,6 por ciento, hasta los 113,3 dólares.