Bolsa, mercados y cotizaciones
Nuevo baile entre las bolsas tras romper Nyse y Deutsche
Dicho y hecho. La Comisión Europea (CE) bloqueó ayer la fusión entre Deutsche Boerse y el operador estadounidense Nyse Euronext, que hubiese dado lugar al grupo líder en el mercado de derivados. La plataforma alemana podría ahora redirigir sus intenciones a otras compañías del sector, entre las que está BME. Una posibilidad que ya se contempló antes provocando incluso que los títulos de la española alcanzaran en 2007 su máximo histórico en los 49 euros, pero que ayer no generó ningún movimiento en el parqué.
El veredicto no pilló por sorpresa a nadie. Una vez aceptada por la Comisión de Valores de EEUU (SEC), la operación dependía de Europa, que solicitó -sin éxito- a las compañías implicadas que vendieran alguna de sus respectivas plataformas de derivados (Eurex o Liffe) para evitar monopolizar el mercado en Europa y no acaparar el 90% del comercio global de derivados europeos.
¿Quién pasará por la vicaría?
Ésta es la gran pregunta y el gran misterio porque el fallo de Bruselas no generó un castigo ni una alegría en las compañías del sector, salvo en la London Stock, que cerró con subidas del 5,4%.
Deutsche Boerse se despidió con una subida del 1%, mientras que la cotización de Nyse, que devolverá 417 millones a sus accionistas tras el veto, cedía un 0,4%. ¿Y BME? La noticia pasó sin pena ni gloria por la española al subir menos de un 0,5%. Y es que tantas han sido las veces en las que se ha rumoreado con su posible matrimonio que el mercado ni reacciona.
"Cuando surja pillará de imprevisto a todo el mundo. La bajada de volumen de contratación de la bolsa española en los últimos meses es tan fuerte que parece que el valor está perdiendo atractivo", asegura Miguel Ángel Paz, estratega de Unicorp. La negociación en renta variable ascendió en enero a 69.993 millones, un 29% inferior al mismo mes del pasado año pero un 18% superior a la cifra de diciembre. Unos datos que ponen en evidencia que será otra vez complicado alcanzar el billón de euros. Pese a estas críticas, BME sigue contando con buenos fundamentales que los expertos concretan para este ejercicio en una caja previsible de 324 millones y en una atractiva rentabilidad por dividendo próxima al 8%.
Rechazada la operación, hay quienes apuestan por un acercamiento a la española. "Es un operador independiente que no tiene una gran potencia en el mercado de derivados en euros y que le resulta difícil competir con las plataformas de negociación multilateral, así que podría ser una oportunidad", asegura Daniel Pingarrón, de IG Markets.