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Fitch rebaja el rating de España dos escalones, hasta A y con perspectiva negativa
- La agencia rebaja la calificación de cinco países de la Eurozona
La agencia ha decidido rebajar el rating a cinco miembros de la Eurozona. En el caso de España, ha recortado el rating dos escalones, de AA- a A, y además ha mantenido la perspectiva negativa, por lo que podría haber más rebajas en el futuro.
Italia también ha sufrido un recorte de dos peldaños, de A+ a A-. Bélgica ha pasado de AA+ a AA, Eslovenia de AA- a A y Chipre de BBB a BBB-, justo al borde del bono basura. Sin embargio, ha mantenido el rating de Irlanda en BBB+.
Todos estos países han dejado de estar en vigilancia negativa, pero mantienen la perspectiva negativa, lo que implica una posibilidad mayor de un 50% para una nueva rebaja en un horizonte temporal de dos años.
Por el contrario, Fitch ha decidido mantener la triple A de los seis miembros de la Eurozona que la tenían (Francia, Alemania, Austria, Países Bajos, Luxemburgo y Finlandia).
La agencia asegura en un comunicado que, tal y como advirtió el pasado 16 de diciembre, ha considerado tanto los factores sistémicos como los específicos de cada país. Como resultado, la agencia ha reducido su nota para distinguir la flexibilidad financiera de los países que tienen grandes necesidades y desequilibrios financieros y económicos.
Más aún, explica la agencia, el creciente "sesgo doméstico" en la asignación de capital, las divergentes condiciones monetarias y crediticias en la Eurozona, y la perspectiva económica a corto plazo resaltan la mayor vulnerabilidad a posibles shocks monetarios y de financiación de estos países.
Como consecuencia de esto, en opinión de Fitch, estos países no tienen los beneficios del estatus de moneda de reserva del euro. El impacto neto de esto implica una rebaja de un escalón, según la metodología de la agencia, revisión que se ha aplicado a Bélgica, Italia, Eslovenia y España. En el caso de Chipre e Irlanda, la pérdida de acceso al mercado ya ha quedado demostrada por la necesidad de ayuda exterior.
La rebaja de Chipre, así como el escalón adicional para Italia, España y Eslovenia, reflejan las preocupaciones sobre el sector bancario en el caso la isla mediterránea y de la ex república yugoslava; la dinámica de la deuda pública en el caso de Italia; y el empeoramiento significativo de las perspectivas económicas y fiscales en el caso de España.
En conjunto, explica Fitch, su decisión de hoy equilibra el marcado deterioro de la perspectiva económica con las iniciativas políticas a nivel nacional para corregir los desequilibrios y la mega inyección de liquidez del BCE a tres años del pasado mes de diciembre.
Sin embargo, la intensificación de la crisis de la Eurozona en la segunda mitad del año ha minado la efectividad de la política monetaria del BCE y señalado los riesgos financieros a los que se enfrentan los gobiernos de la Eurozona en ausencia de un cortafuegos creíble contra el contagio y contra una crisis de liquidez.
Apoya las medidas pero muestra cautela
Fitch reconoce los compromisos de la última cumbre europea para reforzar la coordinación de las políticas económicas y anticipa que los líderes europeos continuarán por esa senda en la reunión del próximo lunes día 30 de enero.
Además, también apoyan la decisión de adelantar la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el incremento de recursos del FMI, que si se implementa de manera efectiva será un paso adelante para reforzar la capacidad de la Eurozona para absorber shocks adversos, como un default de Grecia, aunque este shock no es esperado por la agencia.
En opinión de la agencia, la Eurozona solo podrá resolverse cuando haya una recuperación económica amplia, y recuerda que es evidente que se requieren más reformas sustanciales en el gobierno de la Eurozona para asegurar la estabilidad financiera y económica, incluyendo una mayor integración.
En ausencia de una mayor claridad sobre la estructura de una Eurozona reformada, la aproximación gradual adoptada por los políticas a las reformas sistémicas continuará siendo salpicada por episodios de volatilidad financiera severa, con costes financieros y económicos significativos que erosionarán la calidad crediticia de los países.
Esto, además, significa que no se puede descartar completamente una ruptura de la Eurozona, aunque en opinión de Fitch este riesgo sigue siendo pequeño.
Por último, la agencia explica que la perspectiva negativa de ocho países de la Eurozona (los seis sobre los que se ha pronunciado hoy, más Francia y su triple A, y Portugal con su BB+) reflejan principalmente el riesgo de que la crisis pueda intensificarse.
Una recesión más profunda y prolongada de lo esperado podría disminuir el apoyo y la aceptación pública de la austeridad fiscal y las reformas estructurales. Además, podría potencialmente debilitar el compromiso de los miembros más fuertes de la Eurozona y del BCE.
Para el resto de países de la Eurozona, excepto Grecia, que no tiene perspectiva asignada, ésta se mantiene estable, aunque todas ellas van a ser revisadas a lo largo del año de manera individual.