Bolsa, mercados y cotizaciones
Parece probable que veamos un rebote importante. ¿Será por encima o por debajo de los mínimos de enero?
Desde la reflación que desean provocar las bajadas de tipos de la Reserva Federal hasta la convicción por parte de muchos de que una recesión, incluso una estanflación, es inevitable.
Parecía lógico rebotar desde primera zona de soporte horizontal - que además se correspondía con un retroceso del 61,8/66 por cien del alza previa, tal como marcan las teorías de Elliott y Dow como niveles de soporte natural - y así sucedía a mediados de semana. El alza, precisamente, se frenaba en niveles del 61,8/66 por cien de la recaída de la semana previa en el S&P 500. Todo muy técnico a pesar dentro de la gran confusión en que vivimos. Con todo, la semana fue para los bajistas. Y es que pese a las pequeñas ganancias semanales, el rechazo desde zona de resistencia fue importante y no estuvo basado en grandes noticias sino en reacciones viscerales a cosas más o menos conocidas.
Es llamativo que ayer viernes se negociara un volumen muy superior que en las alzas de los días anteriores -, que éstas tuvieran volúmenes moderados -, así como que no haya servido de mucho el movimiento bajista del yen. Muy especialmente frente al dólar, que en cierre semanal no conseguía batir la importante zona de las 108 unidades. A cierre semanal, los índices de renta variable se mueven entre una directriz alcista de muy corto plazo y otra bajista, circunstancia que puede servir como elemento para considerar si resulta más razonable buscar los mínimos del año o no antes de que las bolsas intenten moverse de nuevo hacia las grandes zonas de resistencia que presentan a medio plazo tras la pérdida de soportes clave de principios año. Incluso si como parece probable desde un punto de vista chartista, estamos en un mercado bajista que puede ser de larga duración, no parece probable seguir cayendo sosteniblemente. El mercado tiene sus tiempos.
Potencialmente alcista
Seguramente es fuera de los gráficos de precio donde es más fácil frenarse a la hora de vender. Aunque los bajistas pueden golpear - pues dominan las tendencias más relevantes -, difícilmente lo harán sosteniblemente con las actuales lecturas de sentimiento. Son muchos los argumentos que empiezan a señalar que existe un creciente pesimismo entre el pequeño inversor mientras se refuerza la confianza de las manos más fuertes.
La encuesta de Investors Intelligence, la más conocida del mundo, lleva ya varias semanas por debajo de niveles que casi siempre marcan consolidación de mercado o movimiento alcista (en los últimos diez años ha estado cinco veces en niveles de cero o inferior, y siempre se ha rebotado con extraordinaria fuerza). Sin embargo no sólo no reacciona al alza sino que, sigue extremándose, mostrando ya que el diferencial entre alcistas y bajistas está prácticamente en cero. Dicha encuesta estuvo tres veces en las inmediaciones de - 10 (en el suelo de la crisis financiera de 1998, en 2001, días después de de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, y en los mínimos del ciclo bajista de 2002/2003).
Parece más que probable que próximamente veamos un rebote importante, la cuestión es si será por encima o por debajo de los mínimos de enero; circunstancia para la que no hay una respuesta convincente dado que la encuesta sólo ofrecerá una invitación de compra cuando el diferencial alcista/bajista empiece a reducirse.
Sin embargo, resulta llamativo que la encuesta de Investors Intelligence haya tenido dos grandes fallos en los últimos diez años. Ambos se produjeron en el momento en el que el mercado cerró los ciclos de medio/largo plazo. A principios de 2000 para fin del ciclo alcista de los '90, y a mediados de 2003 con la confirmación de la pauta que ven arriba en el tercer gráfico. Yo mismo tardé hasta el tercer trimestre de 2003 en declararme alcista en tendencia precisamente por esperar a que lo permitiese la encuesta.