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España recortará un 10% su emisión de deuda



    Viento en popa, a toda vela. Éste es el contexto en el que el Tesoro español se enfrentará, por primera vez este año, a los inversores. Lo hará con una subasta de bonos a tres y cuatro años con la que pretende captar entre 4.000 millones y 5.000 millones de euros.

    Y todo apunta a que podrá disfrutar de un fuerte descuento, al menos en lo que respecta a la deuda a tres años, ya que ayer cerró en el mercado secundario con una rentabilidad del 3,38%, el mínimo desde el mes de abril de 2011. De mantenerse esta rentabilidad, el Tesoro pagaría un 20% menos que el 4,05% que abonó en su última subasta de bonos de este tipo, que tuvo lugar el pasado 15 de diciembre. Junto a la deuda a tres años, el Tesoro subastará también deuda a cuatro años.

    En todo caso, las de hoy serán sólo las primeras subastas de las muchas que celebrará el Tesoro este año -la próxima será de letras a 12 y 18 meses el próximo 17 de enero-. De hecho, el Ministerio de Economía y Competitividad publicó ayer que tiene previsto emitir 86.000 millones de deuda bruta a largo plazo (36.000 millones netos), lo que supone un 10% menos que lo que se emitió en 2011. La deuda del Estado en circulación ascendió en 2011 a los 592.084 millones de euros, en términos nominales.

    Que el Tesoro consiga o no realizar sus subastas pagando menos intereses dependerá de que la confianza regrese o no al mercado español. De momento, el arranque de año no está siendo del todo negativo. La prima de riesgo del bono español a diez años con respecto al alemán firmó ayer su tercera sesión consecutiva a la baja tras caer hasta los 350 puntos básicos, después de que la rentabilidad de la deuda española, que cae cuando sube su precio, cayera hasta el 5,32%, frente al 5,48% del martes. También una cierta distensión se observa en el mercado italiano, que, por cierto, también se enfrenta hoy a su primera subasta del año con una emisión de letras a 12 meses con la que pretende captar 8.500 millones de euros, y otra de deuda a seis meses, con la que busca conseguir 3.500 millones de euros.

    De momento, puede presumir de haber disfrutado, aunque fuese momentáneamente, de una rentabilidad en su deuda a diez años por debajo del 7%, ya que ayer registró un mínimo intradía en el 6,95%. Por su parte su prima de riesgo con respecto al bund alemán también experimentó un retroceso, hasta los 518 puntos básicos.

    Alemania disfruta del éxito

    Sin embargo, las caídas de rentabilidad vistas en la deuda de la periferia en las últimas sesiones no suponen que el miedo de los inversores hacia la periferia europea haya desaparecido. Una prueba de ello se vio ayer en la subasta de deuda alemana. Si ya el lunes el Tesoro germano colocó deuda con rentabilidades negativas por primera vez en su historia, ayer logró colocar 3.153 millones de euros en bonos a cinco años con una rentabilidad de tan sólo el 0,9%.

    Pero lo más impactante de la subasta no fue la baja rentabilidad que pagó sino la alta demanda que tuvo la subasta. Superó en 2,24 veces la oferta, ya que se recibieron peticiones hasta 8.970 millones de euros, frente a los 4.000 millones que el Tesoro germano se había marcado como objetivo máximo. Y eso pese a que, tal como apuntan en la gestora nortemericana Fidelity, "los bajísimos rendimientos que ofrecen ahora los hacen menos atractivos".