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La prima de riesgo de España se toma un respiro... pese a que la tensión crece



    A la tercera fue la vencida. Tres días después de las elecciones, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, descansó. Cayó de los 469 a los 450 puntos básicos -ó 4,50 puntos porcentuales-.

    Pero la deuda pública no está para alegrías; y este descenso tampoco lo fue. ¿Por qué motivo? Porque no fue heredero de un clima de mayor confianza, sino del traspaso de los problemas a Alemania, que no pudo colocar tanta deuda como quería por la ausencia de inversores que quisieran comprarla.

    Este revés al corazón de la zona euro fue respondido con ventas masivas de bunds germanos, con el consiguiente aumento de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. Su rentabilidad repuntó del 1,92 al 2,14 por ciento, un movimiento que propició el descenso de la prima de riesgo de España pese a que el rendimiento de los bonos pasó del 6,60 al 6,64 por ciento, su nivel más alto desde 1997. Lo mismo ocurrió con la prima italiana, que se relajó de los 490 a los 482 puntos básicos pese a que los intereses de sus bonos se tensaron del 6,82 al 6,97 por ciento. Otra muestra de la persistencia de las tensiones se reflejó en el seguro contra el impago (CDS) de la deuda española, que elevó su récord hasta los 491 puntos básicos. Y el riesgo se propagó a Bélgica, cuya prima de riesgo -334 puntos- y cuyo CDS -379 puntos- también se dispararon a máximos históricos.

    'Hipermetropía' creciente

    Pero aún hubo para más. Los inversores cada vez ven peor de cerca que de lejos a la deuda pública europea. Esta hipermetropía provoca que las tensiones se estén agolpando en los bonos a corto y medio plazo. Ayer, el rendimiento de los bonos españoles a dos y cinco años subió al 5,85 y al 6,12 por ciento, respectivamente, que también suponen los intereses más altos desde los 90. Y aún peor le fue a Italia: sus rentabilidades a dos y cinco años escalaron al 7,11 y al 7,22 por ciento, con lo que se encuentran por encima de los intereses de los bonos transalpinos a 10 años.